Repsol da al fin cifras reales de barriles causantes de la emergencia ambiental en Perú: 10,396

(LeMexico) – La empresa petrolera multinacional Repsol no ha tomado las acciones responsables ni necesarias para resarcir los daños causados. Comenzando con que no dio aviso a las autoridades del primer derrame.

Por fin, el viernes, la petrolera internacional Repsol dio las cifras finales la cantidad de petróleo que se derramó en la refinería La Pampilla, en la playa peruana de la Ventanilla. De acuerdo con sus cálculos técnicos, el crudo derramado es de 10,396 barriles, de los cuales únicamente el 35% ha podido ser retirado con las faenas de limpieza que llevan a cabo en su mayoría voluntarios peruanos.

Por medio de un comunicado, actualizaron la información del desastre ambiental que provocaron. Inicialmente, notificaron al gobierno que estimaban fueron 6,000 mil barriles de combustible vertido. Actualmente, la especulación era de 11,900. Se lee también que la empresa, para remediar las consecuencias, ha desplegado todos los recursos humanos y técnicos a su alcance para atender el desastre natural como de máxima prioridad. Esto ha sido desmentido por los voluntarios presentes en el lugar de los hechos y quienes trabajan lo más rápido posible en los trabajos de limpieza, así como con las protestas de los peruanos en las calles, exigiendo a Repsol que se haga responsable.

Repsol consideró la cantidad de crudo que el buque Mare Doricum transportaba, contra la cantidad que está almacenada actualmente en sus depósitos en La Pampilla y del producto recuperado de las tuberías. El mismo viernes, el ministro de Ambiente de Perú, Rubén Ramírez, mostró que, de acuerdo a los cálculos que el Gobierno realizó, el total de crudo que afecta las playas y el mar peruano es casi el doble de lo que reportaron inicialmente. Indicó que el crudo se extiende por 44 kilómetros de costa, desde Chancay hasta un distrito al norte de Ventanilla.

El gobierno peruano ha calificado el hecho como desastre ecológico, determinando que el derrame se dio cuando el buque de carga Mare Doricum, de origen italiano, descargaba en la refinería La Pampilla, a 30 kilómetros de Lima. Repsol atribuyó el accidente al fuerte oleaje que se experimentó en el Pacífico, causado por la erupción volcánica del Tonga. Sin embargo, admitieron la semana pasada que habían cometido algunos errores, por lo cual asumían las consecuencias. Expertos ambientalistas y de la rama petrolera, consideran que los directivos de Repsol pudieron haber reaccionado más rápido para evitar que el vertimiento fuera más grave. A pesar de ello, prefirieron no mover nada para evitar la atención del gobierno y ciudadanía.

Lo ideal es contener el petróleo en el mar. Para ello, hay que hacer uso de barcos con banderas de contención, evitando que el crudo se disperse. A la vez, se tienen que desplegar mallas oleofílicas o skimmers, aparatos para la recolección mecánica de hidrocarburos en el agua. Los dispositivos oleofílicos distinguen entre agua y petróleo por medio de discos y cepillos, que funcionan como rebosaderos en un anillo flotante, lo cual Repsol no hizo a tiempo.

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