Segundo derrame de petróleo en las costas peruanas por parte de la empresa española Repsol

(LeMexico) – El gobierno peruano confirma que nuevamente la refinería de Repsol tuvo un derrame de crudo de este martes mientras realizaban maniobras en un ducto submarino.

La primera fuga se dio el 15 de enero, cuando el buque tanque Mare Doricum descargaba 6 mil barriles de petróleo crudo en la refinería La Pampilla, perteneciente a la compañía española Repsol, ubicada en la región de Ventanilla, a 30 kilómetros al norte de Lima. La empresa petrolera atribuyó este accidente al aumento del oleaje por la erupción del volcán submarino Tonga.

Lo alarmante es que la empresa no dio aviso a las autoridades, fue por un vuelo de la Marina de Guerra de Perú que monitoreaban el área debido a la advertencia de tsunami que se hizo extensiva en todo el Pacífico. Los marinos observaron una mancha oleosa emerger del ducto de la refinería.

Esta mancha se extendió a 40 kilómetros de playa, afectando a 3 áreas naturales protegidas, 21 playas, a cientos de pescadores a los que dejaron sin trabajo, matando a peces, aves y cientos de especies animales. Este segundo derrame se dio el día de ayer, de acuerdo con Repsol, mientras realizaban trabajos de retiro en el extremo del ducto del primer derrame. Hasta el momento, no han notificado la cantidad de crudo que se derramó, declaró por medio de un comunicado el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental.

Durante 11 días, ciudadanos, voluntarios y personal del gobierno están trabajando a marcha forzada limpiando el petróleo derramado. Acusan que la empresa Repsol no ha respondido como corresponde. Aseguran haber enviado personal, como los que estaban haciendo labores en la tubería el pasado 25 de enero, para atender la emergencia ecología que causaron. En las redes se les exige que respondan por medio de los hashtags #RepsolHazteCargo #RepsolEcocida.

Inclusive el activista mexicano Arturo Islas Allende se encuentra en la zona aportando evidencia documental de los trabajos que están llevando ahí los peruanos, de cómo faltan manos y material para acabar con la catástrofe. En estos momentos se dirige al río Amazonas, donde le reportan a diario hay también derrames petroleros.

Hasta el momento, el Ministro del Ambiente confirma que hay 180 hectáreas en la franja de las playas y 173 hectáreas de la superficie marina desde Lima hasta Callao. Millones de animales han muerto, algunos esperan agónicas horas para ser liberados de la gruesa capa de crudo que se impregna en su plumaje, pelaje, órganos y atenta contra su vida.

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