Indígenas: comprometidos a conservar la naturaleza, pero no son preservados ni considerados en acuerdos internacionales

(LeMexico) – La gestión de las tierras que habitan y cuidan los indígenas es más efectiva que la de los gobiernos federales. Sin embargo, por siglos, hemos obligado a estos habitantes nativos a relegarse de sus hogares.

La cooperación entre comunidades indígenas, gobiernos y activistas o ciudadanía en general, es fundamental para proteger la biodiversidad. De lo contrario, sin ayuda local, sin los habitantes nativos, sólo se crean acciones y actividades de papel, que a la menor agitación del viento se va. ¿Qué es lo que está pasando con nuestros pueblos indígenas en México, en específico con el tren Maya y refinería dos bocas? Se les da información falsa, la omiten y en los intereses verdaderos no está preservar el ambiente, sólo favorecer a unos pocos que no son los pueblos indígenas, una vez más abusados por el poder.

A nivel internacional, esto se maximiza y se ve claramente en el convenio global que se sellará en China en este mismo año, el 30X30. Este consiste en proteger el 30% de aguas y tierras del planeta para el 2030, priorizando a los humedales y bosques antiguos, los mayormente encargados de la absorción del Dióxido de carbono. A esta cumbre los grupos indígenas podrán asistir como observadores, pero no podrán opinar ni votar sobre las decisiones y acciones que allí se tomen. Lo cual es un grave error.

Ellos son quienes verdaderamente protegen las tierras, los bosques, animales, plantas y árboles milenarios, pues en ellas y de ellas viven. Ellos, quienes han sido desplazados de sus hogares nativos, cada vez más se aglomeran en un punto mientras en su periferia los árboles son talados para ocupar sus maderas y el terreno para plantaciones de consumo humano y sobre todo animal. Pese a esta reducción territorial, consiguen que el espacio que habitan se mantenga en buen estado y armonía, su secreto a voces es no consumir de más, sólo lo que necesitan.

Estudios científicos avalan que la salud de las tierras que son cuidadas por los pueblos indígenas es mejor que la de las que son cuidadas por programas federales, la biodiversidad que en ellas hay, es mayor. Estas tierras son más de un cuarto de las que hay en total en el planeta y están dentro de Canadá, Brasil y Australia. Estos datos son contrastantes con las políticas de preservación y con lo que años ha sucedido con los verdaderos guardianes de la naturaleza.

Históricamente, se les ha obligado a abandonar sus tierras, han sido denigrados por su color de piel, cultura, costumbres e incluso sus actividades productivas. Esto, pues están muy lejos del glamour de la vida en las grandes ciudades, sin saber que algunas materias primas para llevar esta vida, provienen de muchas de estas comunidades. Pese a las noticias, los hermanos indígenas tienen inquietud, esperanza y temor, por supuesto de ser desplazados, nuevamente, con esperanza de que ya hay un mayor numero de naciones y ciudadanos preocupados por el medio ambiente e inquietos por que no consideran que sea suficiente las metas que se pusieron para este convenio.

Este acuerdo, del cual será anfitrión China, está encabezado también por Francia, Costa Rica y Reino Unido. Estados Unidos y el Vaticano son los únicos que no han confirmado su participación. Sin embargo, en la agenda de Joe Biden se ha estipulado la preservación del 30% de las tierras y aguas estadounidenses. Aun así, no es suficiente. Las comunidades indígenas de los países con mayor territorio de preservación buscan que la comunidad científica avale su petición: la conservación de un 50% de tierras y aguas del planeta, para que sea suficiente el dióxido de carbono que se absorba, generado por los 7,750 millones de habitantes en el planeta.

Y lo están logrando, pese a no tener las facilidades ni los medios que otros segmentos sociales gozan, los científicos respaldan sus datos, para poder sacar de la lista de un millón de especies de peligro de extinción a algunos animales. Hay que llegar al 50% de la preservación para el mismo año, el 2030. Los gobiernos ya no pueden omitirles, es fundamental su participación en los siguientes acuerdos. Ellos, de viva voz, traen la demanda de la tierra y mejor que nadie saben cómo preservarla. Desgraciadamente, en América, continente con mayor biodiversidad, en el 2019, en el año con datos más próximos fueron asesinados 49 defensores de la naturaleza, entre ellos indígenas.

Se les debe garantizar la seguridad, calidad de vida y, sobre todo respeto, pues de nada sirve que queramos conservar un jaguar, ballena o animal en específico, si no los cuidamos a ellos, a los hermanos indígenas. Todos somos parte del mismo ecosistema, somos uno solo.

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