El Tren Maya y la iniciativa privada destruyen todo lo que representa vida

(LeMexico) – Es falso el discurso del presidente de querer llevar progreso al sur del país y a comunidades marginadas, pues a su paso, el supuesto progreso, como el Tren Maya, está dejando daños irreparables en ecosistema, cultura y derechos humanos.

“Toda esta forma de vida en los montes termina cuando entran las maquinarias y destruyen todo lo que está a su paso para darle forma a los proyectos que solo beneficia a la iniciativa privada… Permiten la tala de miles de hectáreas de selvas donde hay vida de los animales, las flores, las milpas, los árboles, hay cultura maya, una lengua autóctona en vías de extinción, una forma de trabajo, organización comunal y vestigios de la civilización prehispánica.”

Pedro Uc Be, poeta, escritor y profesor maya en el conversatorio parte del Congreso de la Unión Internacional de Ciencias Antropológicas y Etnológicas.

Habló de la lucha que están llevando a cabo para defender su hogar, cultura y riqueza natural, que es de todos los mexicanos. Explicó lo difícil que les ha sido que instituciones como el INAH, que se supone deben preservar la cultura y vestigios prehispánicos de la zona, se encuentren coludidas y eso sea lo que menos les importe.

Acusan a los tribunales del poder judicial, de no ahondar en todos los amparos que se han emitido contra el megaproyecto empecinado de Andrés Manuel López Obrador, pues estos siguen operando buscando descaradamente los huecos de la legalidad en las sentencias.

La burocracia entorpece sus legítimos derechos, pues hasta las instituciones internacionales llevan protocolos de antaño que permiten les sigan pisoteando. Uc Be, al igual que la comunidad de la que el proviene, está preocupado, enojado, molesto e indignado. Este tren se apropió del nombre de su etnia, como símbolo de lo que realmente está pasando, un atropello en enajenación sin razón de tierras, agua, la vida de animales, plantas, árboles milenarios.

Ellos llegaron primero y por un solo hombre y sus intereses privados, ideológicos y, no sé qué haya verdaderamente detrás de toda esta destrucción injustificada, le estamos permitiendo que acabe con nuestras raíces como mexicanos y el de generaciones venideras que serán quienes sufran las malas decisiones de hoy. Pues el agua ya está contaminada, quitan árboles que nos ayudan a la regulación climática y absorción de contaminantes, las granjas porcícolas se hacen cada vez más grandes como respuesta a nuestro incremento insensible al consumo de carne.

¿Tendrás la cara para ver a los ojos a tus nietos cuando te pregunten por que no actuaste para frenar esta matanza y a este genocida?

Back to top button