¿Cómo afecta a occidente la tensión entre Rusia y Ucrania?

(LeMexico) – El riesgo de conflicto es real. Rusia ha desplegado más de 100 mil soldados a lo largo de la frontera con Ucrania y Estados Unidos ha enviado 170 toneladas de armamento a la misma región, así como Reino Unido.

El tono de las advertencias se ha elevado por parte de Rusia hacia Ucrania y Estados Unidos, nación que es líder de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN. Putin asegura que solo busca defenderse desplegando soldados en sus fronteras, esto en las últimas semanas sin una justificación o motivo en específico. Joe Biden afirma que Moscú está tratando de amedrentar a Ucrania y a la región europea. Por esta afrenta quiere imponerles sanciones sin precedentes.

El contexto es que la hoy independiente Ucrania, país de Europa Oriental que perteneció hace 30 años a la Unión Soviética. Dentro de los ucranianos hay profundas divisiones, pues algunos son hablantes de ruso y desean estrechar los lazos con Rusia, mientras que la parte occidental de ucrania quiere pertenecer al resto de Europa. Vladimir Putin considera incluso a Ucrania como una parte de Rusia, al verlos como una unidad. Respaldan a los rebeldes ucranianos prorrusos que han estado dentro del ejército ucraniano.

Putin reitera que no tiene la intención de invadir Ucrania, pero no deja en claro por qué envió a sus soldados a la frontera. Asegura que si en estos días atacan solo será en defensa. El problema que hay de fondo, aseguran los expertos, es que Ucrania se sume a la OTAN. El presidente ruso lo ve como algo inaceptable, pues considera que estas alianzas se expanden a tal grado de atentar contra la existencia de su país. Además, una de las consignas en la alianza Atlántica es que si atacan a un integrante, atacan a todos.

Las medidas militares que ha tomado Putin, son en venganza de lo que él considera una estrategia agresiva por parte de occidente. La OTAN ha incrementado su presencia, incluyendo a España en el flanco oriental. Putin puede no correr el riesgo de llevar a cabo una gran invasión a Ucrania, pero podría optar por una incursión, aseguró Biden. Aquello molestó al gobierno ucraniano, pues Estados Unidos da por hecho que están dando vía libre al gobierno ruso para llevar a cabo esta acción.

Los ataques pueden ser híbridos, desde desinformación, hackeos, invasiones a varias escalas, algo que en Europa no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial. De la forma en que se contemple, habrá miles de civiles atrapados en medio estos conflictos. Estados Unidos está dentro de este conflicto por ser parte de la OTAN y por defender el principio de que los países tienen derecho de elegir sus alianzas y caminos futuros. Por lo tanto, ven una influencia maligna de Putin en Ucrania.

Las amenazas entre naciones van, por parte de Rusia, en cortar el suministro de gas a Europa si es que le imponen una sanción por el despliegue de tropas. La Unión Europea depende en un 40% del gas ruso, de sufrir un corte implicaría una gran afectación, que terminaría afectando también a ciudadanos rusos en cuanto ingresos. El acuerdo Nord Stream 2 que tiene Rusia con Alemania de un gasoducto que comparten pero que aún no produce gas, se tambalea, pues han amenazado con frenarlo si es que el Kremlin sigue con su ofensiva.

Estados Unidos propone desconectar al sistema bancario ruso del sistema de pagos Swift, el cual sirve para hacer transferencias monetarias internacionales. Sería una medida extrema que consideran países como Letonia, con la intención de enviar un fuerte mensaje a los rusos. Todas las partes involucradas sufrirían afectaciones y pérdidas. Además, Rusia causaría el efecto de mostrar su poderío mundial. Putin puede provocar problemas en Japón, así como enviar misiles hipersónicos a Venezuela y Cuba si las cosas no resultan como él quiere en Europa.

Tiene a Estados Unidos justo donde quiere. Puede ganar sin importar lo que los demás hagan, asegura la exfuncionaria de la inteligencia nacional rusa, Fiona Hill. Para Vladimir Putin este es un juego estratégico a largo plazo que él sabrá cómo mantener. Sus amenazas y posturas han marcado los debates de seguridad europeos. El presidente ruso no está en una posición incómoda como la de Biden, quien debe estar al tanto de las elecciones intermedias o el rechazo de la oposición y de su propio partido. Tiene más libertad para actuar y una nación que, al igual que sus intenciones, buscan afianzar su poderío y posición como potencia mundial.

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