Billie Eilish confiesa haber sido adicta a la pornografía

(LeMexico) – Desde hace algunos años, muchos actores, comediantes, deportistas y demás celebridades han confesado su adicción al porno.

“Empecé a ver porno con 11 años y me destruyó el cerebro”.

Billie Eilish

Durante su aparición en el programa The Howard Stern Show confesó:

“Creo que realmente me destruyó el cerebro y me siento increíblemente devastada por haber estado expuesta a tanto porno”.

Afirmó que cada vez buscaba algo más gráfico, esto deformó sus ideas del sexo y relaciones.

“Hubo un momento en el que si no era violento, no me parecía atractivo”.

Terry Crews, afirmó que él también fue adicto:

“La pornografía realmente me ha estropeado la vida en muchos aspectos. Algunas personas lo niegan y dicen: ‘Oye, no puedes ser realmente adicto a la pornografía, no es posible’. Pero te diré algo: si el día se convierte en noche y sigues viéndola, probablemente tengas un problema. Y ese era yo”.

También Andra Day habló hace tiempo al respecto, reveló que quizo sexualizar su interpretación de Billie Holliday:

“No quería ningún elemento de sexualización. En mi vida personal tenía que salir de algo: lidiar con la adicción al porno y la adicción al sexo. Estoy siendo muy, muy sincera contigo porque no soy la única”.

Billie y Andra -en su momento- criticaron las expectativas tan altas y poco realistas que la industria muestra sobre los cuerpos de las mujeres.

El experto Brad Salzman, fundador del Centro de Adicción Sexual de Nueva York, dijo que no es raro ya que los niños empiecen a ver porno en línea a la edad de 11 años, pues muchas veces “los controles parentales” sólo limitan pulsar un botón, afirmando que se es mayor de edad logrando que hasta el 93,2% de los niños y el 62,1% de las niñas vean porno antes de cumplir siquiera los quince años. Además, el alcance del internet y los sitios web contribuye mucho a tal exposición.

“Los padres no prestan atención a los hijos y [la exposición al porno] puede afectarles para el resto de sus vidas. Esto colorea totalmente su percepción de cómo se supone que es la sexualidad normal y cambia la forma en que piensan que deben interactuar. Pueden empezar a ver a otras personas como objetos sexuales en lugar de seres humanos”.

Brad Salzman

Rachel Anne Barr afirma que hay interacciones muy particulares en el cerebro al consumir pornografía y el cerebro mismo se ve afectado. Las áreas activas en el acto sexual se manifiestan también cuando alguien ve porno.

Uno de los problemas más contundentes del consumo del porno es la esterilidad, impotencia sexual y depresión. Asimismo, señala que, según algunos trabajos recientes, puede afectar para mal los modelos de aprendizaje y la memoria, así como pervertir y deformar cualquier tipo de relación y sensación de compromiso en cualquier relación interpersonal.

“Las características de los vídeos pornográficos disparan la plasticidad, que es la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse tras una experiencia determinada”.

Detalla también que estas súbitas explosiones de placer y recompensa son tan antinaturales que desvirtuan el proceso previo a la función de reproducción.

“El cerebro responde a la estimulación sexual liberando dopamina. La pornografía satisface cada uno de los requisitos previos para el cambio neuroplástico. Cuando los pornógrafos se jactan de que están yendo un paso más allá al introducir temáticas nuevas y más fuertes, obvian que deben hacerlo porque sus clientes están desarrollando una tolerancia al contenido habitual.

Las escenas que se pueden ver en el porno, como ocurre con las sustancias adictivas, son desencadenantes hiperestimulantes que producen una secreción antinatural de altos niveles de dopamina, lo cual puede deteriorar el sistema de recompensa de la dopamina e inutilizarlo de cara a fuentes de placer naturales”.

Norman Doidge, psiquiatra

Otro hallazgo significativo es que muchos usuarios necesitan un consumo mayor pese a que lo que vean no lo disfruten o no los satisfaga.

“Parece ya algo más instintivo que otra cosa. Esta desconexión entre lo que desean y lo que les gusta es una de las características distintivas de la desregulación del circuito de recompensa”.

Incluso, PornHub, la plataforma #1 de pornografía ha proporcionado sus datos de consumo y estos revelaron que el sexo convencional cada vez interesa menos a los consumidores, que lo sustituyen por temáticas como el incesto o la violencia, fetichismo y sumisión. Esto podría relacionarse al aumento estadístico tan desvariado de episodios violentos y reportes de agresión.

“Algunos científicos atribuyen esta relación a la actividad de las neuronas espejo, cuyo nombre no podría ser más acertado: se trata de unas células cerebrales que se activan cuando el individuo lleva a cabo una acción, pero también cuando observa esa misma acción elaborada por otra persona”.

Ahora, del otro lado de la pantalla las cosas no son menos turbias o difíciles. BBC News Brasil tomó algunos relatos de actrices porno, e incluso de sexoservidoras que buscaban un lugar en la industria. La gran cantidad de testimonios arrojó una muy marcada tendencia:

“Los modelos son personas comunes, sin experiencia en el tema, que se sintieron atraídas por el sector en un momento de escasez de dinero, desempleo o falta de perspectiva en otras carreras”.

Un porcentaje muy pequeño afirma que la industria le gusta y que es todo lo que tiene, esto a reserva de algunos casos como el que LeMéxico le trajo hace un tiempo de la famosa exactriz Mía Khalifa.

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