Bacalar no ve el fin de abusos y omisiones de las autoridades, deforestan la selva para venderla en lotes

(LeMexico) – 4 hectáreas de selva de Bacalar fueron taladas por la industria inmobiliaria, quienes están vendiendo los lotes a alrededor de 1,4 millones de pesos. Vecinos ya han denunciado los hechos, las autoridades no dan respuesta.

La nueva amenaza que enfrenta la antigua Laguna de los siete colores es ahora el desarrollo de 950 casas, en una zona que se supone era de conservación. De la noche a la mañana salió de los registros de la Semarnat. Depi del Caribe S.A. de C.V., son los responsables de la tala de 4 hectáreas de selvas para utilizarlos como caminos, los vecinos que se percataron del ecocidio denunciaron de inmediato ante la Profepa, organismo que únicamente impuso una multa de 100 mil pesos al desarrollo, sin frenar la comercialización de estos lotes.

Proyecto eco-residencial, así es como se anuncian en internet, donde son ofertados los lotes en el poblado de Buena Vista desde 1,4 millones de pesos. El desarrollo Arrivée Lagon Bacalar, inmobiliario contara con áreas comerciales y de hotelería y afirman:

“Tendrá un impacto ambiental mínimo. Sus 950 unidades de vivienda sólo impactarán en el 7.5 por ciento de la superficie total prevista para el desarrollo… sus caminos totalizan el 23 por ciento del área total y los materiales naturales se mezclarán bien con la vegetación y el subsuelo circundante.”

En noviembre de 2020, vecinos se dieron cuenta del desmote de selva que realizaba la constructora, sobre el predio colindante con los Condominios La Fe. Este se llevó a cabo con la condición de dejar en paz las 135 hectáreas de preservación natural, desde hace 20 años, bajo la figura de Unidad de Manejo Ambiental y ese predio quedó establecido bajo el registro SEMARNAT/UMA/EX/0056-05/QROO-Casas La Fe, de carácter irrevocable. Ahora la empresa Depi del Caribe, pretende llevar a cabo su proyecto “amigable con el medio ambiente”. Periódico Milenio pidió a la Profepa una explicación, quienes se limitaron a decir que ese registro se revocó definitivamente desde 2012, sin más.

Los vecinos comenzaron con la tramitología de la denuncia. Investigando, se percataron que esta protección irrevocable había desaparecido de los registros de la Semarnat sin razón alguna. Los miembros del Consejo Ciudadano y Científico PRO-Restauración y Preservación del Acuífero y Sistema Lagunar de Bacalar acudieron ante la Fiscalía y Profepa. Ante los primeros trabajos con 10 metros de ancho, las autoridades alegaron que ya existían. Sin embargo, los vecinos de los 72 lotes al desmonte saben perfectamente que no había caminos ahí.

El permiso original para los condominios de la Fe data desde septiembre de 2001, con la autorización para 59 condominios, testigos de cómo es que ha sido derribada la selva. Arrivée sigue sin densidad en el Programa de Ordenamiento Territorial vigente para Bacalar.

La Unidad de Gestión Ambiental del Programa de Ordenamiento Territorial de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente indicó que la costa de la laguna de Bacalar no es compatible con los asentamientos humanos, turísticos, centros poblacionales, nada que sea intervenido por los humanos. La ciencia lo respalda y en LeMexico les hemos compartido como es que la laguna no ha recuperado su ecosistema y los famosos 7 colores por la intervención humana. Pero las inmobiliarias y proyectos de construcción son inmunes al parecer.

En abril, la Profepa acudió para la visita técnica ante la denuncia final interpuesta contra Depi del Caribe S.A. de C.V., Buy Bacalar, María Guadalupe Pérez Váldez y quién resulte responsable por el desmonte del predio, que no cuentan con el estudio de densidad. Confirmaron los supervisores que, además, no contaban con la autorización del impacto ambiental. Según sus cálculos, los daños causados por el desmonte de la selva de 4 hectáreas ascienden a 100 mil pesos, ni siquiera es el costo de venta de uno de sus lotes en precio de preventa. Nuevamente Milenio pidió explicación a la Profepa, sin obtener resultados.

Los vecinos, del Consejo Ciudadano y de la Fe no piensan dar marcha atrás ante su protesta, pues queda claro que a las autoridades no les interesa la selva y su biodiversidad. Bacalar ya es de por sí un ecosistema muy delicado. Ellos lo defenderán a toda costa ante los atropellos de organizaciones privadas, estatales y hasta federales.

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