El problema que trajo la pandemia: rezago escolar

La aplicación emergente de un sistema escolar de educación a distancia no resultó muy efectiva. Con menos del 45% de participación de los alumnos, los Gobiernos deberán explicar qué falló al no alcanzar los conocimientos esperados para este ciclo.

Hubo un plan de trabajo, pero no hubo resultados más allá de lo educativo. Calificaciones infladas, exceso y presión académica para los alumnos y escozor docente. Habrá que explicar y señalar, de ser necesario, los resultados académicos en unos meses.

La organización humanitaria Plan Internacional indicó que la cuarentena impuesta en los países debido al coronavirus alejó los logros educativos de un 95% de estudiantes.

En esta pandemia hubo muchos temas controversiales en juego para decretar una cuarentena total y obligatoria. Más que la salud, el golpe económico fue brutal debido a las brechas salariales, el alto porcentaje de empleos informales y lo asequible de la educación.

Janaina Hirata, especialista de Educación en Emergencias de Plan Internacional, advierte que «la brecha de género en términos de acceso a la educación podría ampliarse retrocediendo décadas y dejando atrás los logros ya obtenidos». Los avances del acceso a la educación para las niñas de América Latina y el Caribe retrocedieron varias décadas por el COVID-19.

La usanza anterior decía que “los hombres a trabajar y las mujeres a cuidar del hogar”. En estos últimos años hubo un gran avance al respecto de esta imagen social dando más alternativas a las mujeres para sumarse al campo laboral. A los ojos de Hirata, el panorama no se ve bien: «Las familias han visto la reducción de sus ingresos, por lo que los padres y madres no podrán costear el valor de los estudios o dejarán a sus hijas al cuidado de la casa y la familia, realizando las labores domésticas mientras ellos salen a trabajar».

Recomiendan con fervor a los gobiernos tener estrategias de urgencia para no perder el avance ni la importancia que las mujeres han cobrado en la sociedad y que garanticen a las niñas poder reingresar al proceso educativo.

Otro problema que perciben son los embarazos adolescentes, violencia sexual y uniones prematuras durante la cuarentena que desborden el porcentaje de deserción escolar en las niñas.

Esto se traduce en un “riesgo generacional” debido a la falta de estudios y la menor probabilidad de una vida digna y sustentable, tanto económica como psicológicamente.

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