¿Nos alcanzará la capacidad de respuesta de AMLO?

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha mostrado las mejores respuestas en momentos de crisis, eso no significa que siempre debemos de vivir en crisis. Ese es el error estratégico del presidente de México a pesar de tener capacidad de adaptación y de respuesta rápidas.

En este caso, le debemos a Hugo López Gatell, Subsecretario de Salud, la capacidad de prevención de respuesta y mitigación de riesgos. En todo este escenario no hemos visto una sola vez al Secretario de Salud honorario Jorge Carlos Alcocer. Sin embargo, es hasta esta semana que el titular del gobierno de la república decidió tomarse en serio el tema de la pandemia como respuesta a los casos internacionales en Italia, España y China. Ha sido una suerte que hemos contado con este nivel de prevención a pesar de la actitud un tanto cínica y burlona de algunos actores políticos importantes. Cabe resaltar que si se puede mantener este nivel de atención y prevención en todos los sectores el gobierno de la República se lograría mantener la investidura intacta, si es que así se lo propone el presidente después de la tregua de la crisis por el coronavirus.

Nadie puede afirmar el esfuerzo conjunto del gobierno de la República, las fuerzas armadas y el sector salud. Los sectores económicos, sociales y empresariales han actuado de forma responsable para dar el ejemplo en hegemonía política de una república como la nuestra. Los pilares del estado mexicano están bien cimentados, un solo individuo del sistema político no afectará de forma drástica el destino de un país con un estado fuerte. Las crisis que se avecinan por la respuesta del ejecutivo federal serán nimias, ya que esta lección del gobierno de la República la debe de tener en claro: debe de prevenir o mitigar el problema cuando ya está creciendo, no sólo cuando ha llegado al punto climático.

Esperemos que la astucia de Andrés Manuel López Obrador logre llevar esta enseñanza colectiva a un nivel extraordinario. No hay enemigos, no todos se oponen a su gobierno, no existe un enemigo fantasma que persiga la oposición, es parte del ejercicio público del poder y el poder en sí mismo. No tendría sentido si esta oposición no logra dar con las aristas del sistema político mexicano. Bien dicho, señor presidente, no existen los enemigos, sólo ciertos opositores que nos ayudan a matizar el impacto del poder político en la ciudadanía hacia todos los sectores, hacia todos los niveles. Es necesario una política de conciliación, una política de integración y de donde aquellos que hemos aprendido la lección sigamos en un mismo proyecto de nación de país en el sistema político y económico.

El presidente de México siempre parece más brillante en tiempos de crisis. Esperemos que su discurso del 24 de marzo en la mañanera sea cierto y deje en manos de los especialistas las decisiones de cada uno de los sectores. Las crisis no deben ser la naturaleza de nuestro ambiente político y económico. La oposición siempre permanecerá allí, pase lo que pase.

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