La contaminación puede ser causa de depresión, revela nuevo estudio

(LeMexico) – Los circuitos cognitivos cerebrales son afectados por el cambio climático. Combinado con la predisposición genética, la contaminación incrementa el riesgo de que las personas sufran trastorno de depresión..

En colaboración de Estados Unidos y China, por parte del Instituto Lieber y La Universidad de Pekín, se realizó este estudio en donde se comprueba que la contaminación atmosférica no sólo causa un gran daño en el medio ambiente, también en el funcionamiento cerebral de las personas, así declaró Daniel Weinberger, coautor de este estudio.

Importantes circuitos cognitivos y emocionales se ven afectados por la contaminación en el medio ambiente de los individuos, cambiando la expresión de los genes. Es hasta este experimento que se muestra por primera vez dicho cambio, el cual incrementa el riesgo de depresión. Todos tenemos cierta propensión a desarrollar depresión, algunos más que otros debido a una inscripción ya establecida en sus genes.

Las personas en zonas de alta contaminación se pueden deprimir porque sus genes modificados por la contaminación de su entorno exageran sus efectos. El estudio muestra que es más probable que la depresión se desarrolle en personas consideradas como sanas, pero que tienen esta predisposición genética, asegura Hao Yang Tan, del Instituto Lieber y director de los estudios.

Los circuitos cerebrales afectados están encargados de funciones de resolución de problemas, razonamiento y emociones. Se reclutaron a 352 adultos sanos en Pekín, la ciudad con más altos niveles diarios de contaminación, para someterlos a pruebas de genotipo, recopilando los resultados sobre la exposición a la contaminación previa a seis meses, además de pruebas sencillas cognitivas. La resonancia magnética reveló las secciones cerebrales activas en el proceso cognitivo.

En el estudio participó una asociación de talla mundial que se encargó de sintetizar los datos científicos de contaminación atmosférica, expresión genética cerebral y neuroimagen, entre otros datos adicionales necesarios para analizar los datos de más de cuarenta países. Gracias a esto se tuvo un atlas genético de tejido cerebral post mortem, que se comparó con el funcionamiento de los genes de depresión del cerebro de la muestra de adultos sanos, para comprobar si los genes causantes de las anomalías son por el efecto de la contaminación.

Hallaron también un subgrupo de genes que impulsaban la inflamación, causados por la misma contaminación atmosférica que causa la disfunción cerebral y depresión. Sin duda con este estudio, se podrán obtener más ideas farmacológicas.

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