China no invade, no hegemoniza y no atropella los derechos internacionales: Xi Jinping

(LeMexico) – El mandatario de China, Xi Jinping, intervino en la Asamblea General de la ONU haciendo una perspicaz defensa de las acciones de su país en comparación directa con los últimos e históricos actos de EU.

Es el segundo año consecutivo en el que el Presidente de China interviene en la Asamblea. El tema principal de su discurso fue el de la crisis sanitaria por el virus SARS-CoV-2. Algunos de sus apuntes fueron:

«La civilización a lo largo de la historia ha luchado contra diferentes pandemias, ha estado a la altura de los desafíos y ha salido ganando, logrando así más desarrollo y más avances. El mundo va a salir victorioso pero debemos dar una respuesta coordinada a la pandemia del COVID-19, reduciendo así los riesgos de transmisión transfronteriza del virus».

Además, afirmó que la vacunación es una de las “principales armas” contra esta pandemia. El mandatario informó que el gigante asiático dispondrá al público 2.000 millones de dosis de vacunas a finales de año y hará una cuantiosa donación de 100 millones de dólares para el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (COVAX) que pretende garantizar el acceso equitativo a los fármacos. Con respecto a las acusaciones contra el país por “crear el virus” dijo:

«China va a seguir defendiendo un rastreo de los orígenes del virus, basado en la ciencia, y se opone firmemente a cualquier maniobra política. Debemos rechazar la práctica de crear los círculos cerrados».

Xi contraatacó las acusaciones de su homólogo norteamericano, afirmando que ellos valoran el concepto de la paz, la concordia y la harmonía, y apuntó casi acusatoriamente:

«China nunca ha invadido o atropellado a otros, ni buscado hegemonía. Ni lo ha hecho ni lo hará. Pekín siempre ha apelado a la paz mundial, ha contribuido al desarrollo mundial, ha defendido el orden internacional y ha proporcionado bienes públicos. Lo que debemos hacer es mejorar la gobernanza global y practicar el verdadero multilateralismo».

También, enfatizó el hecho de que el actual éxito chino en el mercado no debe ser considerado como el fracaso de otros, pues “el mundo es lo suficientemente grande como para dar cabida al desarrollo y progreso común de todas las naciones“.

Además, persiguió directamente las intervenciones de EU en los más recientes conflictos mundiales:

«Los recientes acontecimientos demostraron que las intervenciones militares, lo que suelen llamar la transformación democrática, generan sólo daño. Es necesario defender los valores comunes de la humanidad, como la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad».

Hace un año, el discurso de China fue similar, rechazando todas las acusaciones realizadas tildándolas de “acusaciones sin fundamentos“. Además, el Presidente de China afirmó que su país no busca liderar al mundo y menos “librar una guerra fría o caliente -pues, señaló- el mundo necesita solidaridad, no confrontación“. Desde ese momento llamó a no politizar la pandemia y no crear estigmas en torno a ella.

Recordemos que, hace un año, la diplomacia china tuvo una transformación muy notable, estando, por primera vez, a la ofensiva, desde ese momento no ha parado. Henry Kissinger, exsecretario de Estado de EU, escribió:

«Hubo un tiempo en el que a los diplomáticos chinos se les consideraba discretos, capacitados y un punto enigmáticos. Su diplomacia era tan sutil e indirecta que en gran medida fue pasada por alto en Washington».

Se ha levantado desde entonces una nueva línea de diplomáticos chinos que son mordaces, nacionalistas, descarados, combativos, defensivos y sin dudar en ser auténticos apologistas de los intereses nacionales, sobre todo en confrontar a todo aquel que no acate la versión de Pekín. Por ejemplo: en París, hace un tiempo, el embajador acusó enérgicamente a los franceses por dejar morir a sus mayores.

El Gobierno chino ha cancelado una gira de la Orquesta Filarmónica a la capital checa por una discusión con el alcalde de Praga. Ma Hui montó un serio comentario contra líderes estadounidenses por “mentir, desinformar, culpar y estigmatizar” y atestó el último golpe: «También podemos luchar contra su estupidez».

Jude Blanchette, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales en The Financial Times, afirma que esto «es producto de la convicción sobre su creciente poder frente a un Occidente en declive». Zhu Zhiqun, uno de sus académicos, concierne que su pueblo se volvió más confiado y orgulloso y su política exterior más dura e intolerante. También se debe a los llamados de su líder a un espíritu de lucha.

«Desde la perspectiva china, la diplomacia actual de los Wolf Warriors -mote con el que han llamado a la delegación diplomática china- es una respuesta directa a los enfoques injustos de otros países hacia China y su pueblo».

Zhiqun

Zhao Lijian, desde sus mensajes en Pakistán hasta acusar al ejército de EU de traer este nuevo coronavirus a Wuhan y “proveer de VIH al mundo” es visto como “la artillería pesada” de Pekín y su campo de batalla: Twitter. Ellos han aprendido de Trump, indica Wenfang Tang, profesor en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong:

«Gracias a él, han aprendido que es una vía muy efectiva para hacer llegar sus ideas al resto del mundo».

Esto trae una respuesta variada que es mal vista externamente. En el país hay quienes se sientan en el orgullo de mostrar al mundo la capacidad de la nación y los diplomáticos de la vieja usanza piensan «que el tono es demasiado guerrero y creen que a la larga puede resultar perjudicial para el interés nacional».

Back to top button