El origen de los apodos más famosos del narco

(LeMexico) – Los apodos en el crimen organizado son una huella que presenta las anécdotas, vicios, actitudes y temperamentos de estos criminales.

Desde la España Virreinal se tienen registros de apodos y sobrenombres, estos tenían relación con el individuo: su origen, oficio, características físicas o de cualquier otra índole, e incluso surgían de situaciones muy particulares. En esa época surgieron los hipocorísticos, que son acortamientos al nombre propio de una persona como Nacho, Lencha o Pancho.

*Nota del escritor: Pepe, no es hipocorístico de José, Pepe es un nombre propio en Portugal.

Los apodos narcos han cambiado desde hace varios años haciendo ver la brutalidad que adquirió la guerra contra las drogas y a la vez, según Pedro de la Cruz, catedrático de la UNAM:

«Ellos reflejan que no se toman muy en serio (…) hasta cierto punto indican cinismo y burla».

Juan Abelardo Hernández, catedrático de la Universidad Panamericana, afirma que el Joker de Batman sirvió de guía para que los narcos buscaran apodos irónicos. Ya no hay El Rey (Jesús Zambada García), El Señor de los Cielos (Amado Carrillo Fuentes) o El Jefe de Jefes (Arturo Beltrán Leyva).

• José Antonio Yépez Ortiz, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima (CDSL) ostenta el apodo de “el marro“, todo por el parecido de su cabeza con una herramienta similar a un martillo con un gran cabeza metálica llamada marro.
• José Rodrigo Aréchiga Gamboa, se achacó el apodo para indicar su letalidad parecida a la de la sustancia Ántrax. Lo de “chino” se desconoce del todo, pero los rumores apuntan al tipo de cabello que tenía.
• Nemesio Oseguera Cervantes, todo un señor duro, recio, en pueblo a la vieja crianza. Sus sobrenombre “señor de los gallos“ lo debe a su afición a las peleas de estas aves domésticas y “mencho“ parece ser un hipocorístico inusual para Nemesio.
• Édgar Valdez Villarreal rompió con los estándares e imagen del narco conocida hasta el momento de su aparición. Camisas de seda bordadas, botas de rodeo y cinturones de cuero repujado marcaron el estilo de Édgar -el primer norteamericano en ser una figura central de la droga en México-. Fue apodado “la barbie” por sus ojos claros y su piel blanca.
• Dámaso López es quizá el participante más escolarizado, apodado “el licenciado” por su nivel de estudios, tuvo una alta participación en el trasiego de cocaína hacia EU.
• Joaquín Guzmán Loera es apodado “el chapo” por ser chaparro o de baja estatura. Su apodo es un apócope de chaparro -“chapo“-.
• Saucedo Estrada se nombró -según las leyendas- “el mataperros“ porque los narcos suelen llamar así a los enemigos y más precisamente a la policía, se dice que sus reclutas desmiembran perros como preparación.
• Jesús Torres Solórzano, “El Comegusanos“ hace que sus reclutados, e incluso él mismo, coman insectos en la jungla para sobrevivir.
• Manuel Fernández Valencia, “La Puerca” o “el animal“, lleva el sobrenombre por la manera que mata a sus adversarios.
• Mauricio Guizar tuvo cambios en su sobrenombre, primero fue “el amarillo” por su color de piel, luego sólo fue “el color” -según la Marina, tuvo que ser llamado “El Innombrable“ porque él mismo prohibió mencionarlo-.
• Tamaulipas, justito la fronte con EU, nadie comenta acerca de los Zetas, allí se les conoce oblicuamente como “La Letra” o “La Ultima Letra“.
• Santiago Meza López trajo la práctica de disolver cuerpos en sosa cáustica a la luz cuando fue arrestado, “su parecido con el pozole“ según comenta él, le dieron el apodo de “el pozolero“.

Luego de esta lista, tenemos a los de “menor rango” pero igual de sanguinarios que, sólo por tener un apodo, se hacen llamar de distintas formas.

• David García Ramírez es podado como “el pistache” o el “narcofresa“.
• Pedro Ramírez Pérez es conocido por la Unión Tepito como “el jamón“.
• Jorge Flores Conchas es “el tortas“ y lidera “Fuerza Anti-Unión“.
• Martiniano de Jesús Jaramillo, “el pata de queso”, de él se rumora que al estar espiando a una sicaria. Esta le disparó en el pie, quedó cojo y a manera de burla le pusieron así.
• Orlando Alonso es “la pamela“, heredero de José Jorge Balderas Garza, “el JJ“.
• Luis Enrique Gamboa Sosa es conocido como “el muletas“.
• De José Antonio Romo López, alias “la hamburguesas” se puede decir que su apodo es por su obesidad.

¿Cuál es el origen de los apodos?

En Roma había tres tipos de designaciones en el nombre según Faure en su Diccionario de Nombres propios: praenomen, nome y cognomen.

El praenomen era el nombre asignado en el bautizo, por ello se bautizó en castellano el nombre de pila, era el nombre asignado en la pila bautismal. La usanza indicaba portar el nombre del padre o madre, cual fuera el caso.

El nomen era el nombre hereditario de familia -hoy día apellido-, o gens perteneciente, este es más recursivo si no había grado aristocrático o social.

Por último, el cognomen indicaba al sobrenombre individual, por ejemplo, y a manera de dato cultural: Marcus Tulio Ciceron, <cognomen Cicero < lt. cicer,-eris = garbanzo y por extensión ‘verruga’ rasgo físico en el rostro de Marcus Tulio.

Este indicaba también el orden de nacimiento, prima, secunda, tertia, etc.. Para los siglos X y XIII, era conocido como cognomentum, s.m., es decir: el renombre adquirido por una persona. Esto se traduce en términos técnicos como cognominadores alutivos a distintas cosas: plantas, animales, cargos o algo tan variado como un comportamiento específico, rasgos físicos o situaciones.

Los apodos no tienen fecha específica, pero hay registros desde el latín, no hay lengua que pueda prescindir de “esta necesidad expresiva“.

Ahora bien, los apodos de los narcos no eluden esta regla, sino todo lo contrario, la enfatizan. Los hay obvios, discretos y otros son más curiosos que nada, también tenemos los que sólo deben ser y no tienen algún motivo aparente.