Colectivo Articulación Yucatán advierte sobre los daños que causa el Tren Maya
(LeMexico) – Lo triste es que muchos, desde la comodidad de la ciudad, de su casa, desde su sillón o cama, siguen pensando que el proyecto del Tren Maya es un progreso. Quienes allí viven y lo sufren a diario, alzan la voz una vez más.
Por medio de una carta dirigida al Gobierno Federal y al estatal sobre los daños geohidrológicos de la acción erosiva o disolvente del agua, entre muchos otros. El colectivo Articulación Yucatán, que es la unión de especialistas, ambientalistas y los mismos habitantes, se unieron una vez más para enviar un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador respecto a su obra del Tren Maya y el impacto negativo que tendrá a lo largo de su recorrido, en específico en la ciudad de Mérida.
No hay un estudio real de los impactos ecológicos que este tren traerá. Pese a que está aprobado por la Semarnat, hay información faltante, inconclusa y no llega a ninguna solución sustentable. Los sistemas geohidrológicos kársticos de la península son muy frágiles. Esto, pues han sufrido saqueos y perturbaciones antinaturales que los han debilitado, además del paso de los años y la sobre explotación de los mismos. Por ejemplo: el que causó hace algunos años el exjefe de la oficina presidencial de la actual administración Alfonso Romo, con su empresa Enerall y que hasta al día de hoy sigue impune.
Aunado a esto, el incremento poblacional sin regulación por parte de los gobiernos en toda la franja turística, con más de 1 millón de habitantes, según el último censo de 2020 realizado por el INEGI. Este incremento ha traído toneladas de basura que son vertidas en los mantos acuíferos. Y eso no es todo, el sistema de recolección de aguas residuales, no está en la capacidad suficiente para el tratamiento de estas aguas y también terminan contaminando las escasas reservas de agua limpia.
Por mucho tiempo, la crítica simpatizante y las mismas autoridades argumentaron que dicho proyecto está avalado por la ONU. Sin embargo, a la luz han salido irregularidades y contratos ficticios que el mismo Elkin Velásquez, Director de la Oficina Regional para el Caribe y América Latina, desconoce al ser cuestionado por medios como el periódico Progreso. Por supuesto que Articulación denuncia en su escrito que ni ONU Habitat, ni Fonatur, ni por el Instituto Municipal de Planeación de Mérida, le han hecho frente a esta problemática de planeación urbana y natural con especialización acuífera.
En específico, en esta carta abogan por la reserva municipal Cuxtal, zona de conservación arqueológica fundamental, pues sirve para la recarga de acuíferos de Mérida. Además, corre el riesgo de ser fragmentada por las instalaciones ferroviarias y el paso constante de los trenes. Lo que también se fragmentaría es la comunidad maya que vive en la zona. Quienes ejercen su libre derecho a la determinación, de acuerdo con los compromisos internacionales del estado mexicano.
Lo alarmante de todo esto es que, a las múltiples denuncias que se han realizado publica y legalmente contra el proyecto, no hay solución a la problemática y no hay respeto siquiera a las leyes, pues es sabido que pese a las suspensiones de obras que se han impuesto por el poder judicial, Fonatur ha hecho caso omiso y han continuado labores, especialmente en el tramo 2 y 3. De lo que sí se ha encargado esta entidad, además de ignorarlos, es desprestigiar los movimientos en defensa y los colectivos que surgen en contra de esta obra ecocida.
Piden, por último, una audiencia pública, donde se les permita exponer todas sus quejas, que alguien les escuche finalmente, dónde se les garantice que tendrán un acceso claro a la información y se respete los tratados nacionales e internacionales como el Acuerdo de Escazú, que trata sobre la justicia ambiental y el respeto a la naturaleza, en el cual nuestro país ratificó su participación en enero del 2021.
Mexicanos: comunidades indígenas, urbanas, rurales, sociedad civil quienes integran el colectivo Articulación, así como muchos otros que van solos contra el mundo, pues ni instancias internacionales y mucho menos nacionales hacen caso a sus desesperados gritos de auxilio. Entre el resto de los connacionales, es muy socorrido el ya chole, sin comprender lo que estos otros mexicanos están pasando, sin entender su dolor de verse despojados de sus casas, su agua, sus recursos naturales, sus selvas y manglares. La empatía ha dejado a los hermanos sureños y los dejamos luchar en soledad por algo que es beneficio para la república, para el mundo, para futuras generaciones.
