“Covito”, el perro que espera a su amo afuera de un hospital, el cual falleció por COVID-19

En redes sociales se ha viralizado la triste historia de “Covito”, un perro mestizo que, desde hace poco más de un mes, espera a su dueño a las afueras de un hospital de Nuevo Laredo, en Tamaulipas, sin saber que este último perdió la vida a causa del COVID-19.

Debido a que este can fiel ha permanecido varios días y noches al exterior del Hospital General “Solidaridad” y está al pendiente de quienes salen del mismo, comenzó a ganarse el cariño de los pacientes y de los trabajadores del nosocomio, quienes le han brindado un poco de comida y de cariño. También lo bautizaron con ese nombre.

Igualmente, el “lomito” ya cuenta con una casita de cartón que le instalaron afuera del hospital y, de acuerdo con información del diario “El Mañana”, Covito siempre corre emocionado a las puertas del hospital cada que ve a alguien salir, pensando que esa persona pudiera ser su dueño, pero lo que el peludo no entiende, ni lo hará, es que su amo ya no regresará a su lado, pues falleció a causa de este nuevo virus.

A nosotros este perrito nos da mucha felicidad, siempre que nos ve nos acompaña del área COVID al Hospital General y se regresa, siempre nos encamina, y dan las 5 de la mañana y está parado en la Puerta COVID o en la puerta de Urgencia del hospital General”, declaró una intendente del hospital, de nombre Dulce, para ese diario.

De igual modo, el oficial que se encuentra a la entrada del nosocomio se ha vuelto muy cuidadoso de Covito, pues ha solicitado a los pacientes que no conocen al can que no llamen a la perrera, ya que este es dócil y muy querido por los trabajadores del hospital.

Al final, una historia similar a la de Covito sucedió en la provincia de Wuhan, en China, considerada como el epicentro de esta nueva enfermedad.

Un perro de raza mestiza, al igual que Covito, junto con su dueño, acudieron a un hospital de Hubei, justo cuando la pandemia alcanzó su pico más alto en ese país. No obstante, el hombre murió por COVID-19 cinco días después, mas su mascota de siete años se mantuvo esperándolo en la entrada del nosocomio y, aunque hubo quienes trataron de llevárselo a su casa, el peludo siempre regresaba al hospital para reencontrarse con su dueño.

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