Jóvenes en Noruega demandan a su país por explotar su petróleo y los daños ambientales que conlleva

El grupo Naturaleza y Juventud, conformado por ambientalistas menores de 25 años, demandó a su gobierno que está destruyendo la biodiversidad de la zona por la avaricia petrolera.

Sin tapujos y sin miramientos de a quiénes son a los que les exigen frenar con la extracción de gas y petróleo, uno de los países más ricos del mundo, Noruega, pues saben que estas acciones están contribuyendo a la crisis climática mundial. Los activistas quieren que su país tome un nuevo rumbo en su mayor fuente de ingresos, son el segundo productor de petróleo europeo, por debajo de Rusia. Provee de riqueza a los noruegos que, si decidieran dejar de trabajar, podrían vivir de los ingresos petroleros hasta por tres años.

La asociación Greenpeace Noruega se unió a la demanda de estos jóvenes, llegando a su primer juicio con el argumento de que gobierno otorgó nuevas licencias de explotación de petróleo en el Ártico en mayo del 2016, violando el artículo constitucional en el cual se debe garantizar a los pobladores y las generaciones futuras, un medio ambiente limpio. Desafortunadamente, los ambientalistas perdieron el caso, pues el juez dictamino que Noruega no puede hacerse responsable por los contaminantes emitidos fuera de sus fronteras, pero ¿si emiten permisos en ellas?

En la apelación, el juez volvió a dictaminar que el gobierno noruego no estaba contradiciendo la constitución, pero sí debían hacerse responsables por las emisiones extranjeras a las que se les autorizó trabajar en su territorio. La ley en Noruega permite que se realicen hasta dos apelaciones, es por ello que el caso llegó a la audiencia final en la Corte Suprema, inició el 4 de noviembre pasado. Están a la espera de la deliberación.

El petróleo noruego representa aproximadamente el 0,7% de las emisiones globales y, de cierta forma, es de los más limpios, pues hay una dicotomía en el país y sus habitantes, inclusive los mismos trabajadores petroleros. Saben que la riqueza de Noruega se debe al descubrimiento de sus yacimientos petroleros en 1969. De no haberlos encontrado, la principal actividad económica sería la pesca y su sistema financiero hubiera colapsado desde aquel entonces.

A la gente de mayor edad que la de los miembros de Naturaleza y Juventud les cuesta un poco el ponerse a favor o en contra del petróleo, por todos los beneficios que antaño y hasta la fecha ha traído, pero también son conscientes del daño ambiental que esto ocasiona. El gobierno noruego, fue el primero en refrendar su compromiso en el Acuerdo de París, establecieron impuestos desde el 2008 a toda industria que genere gases efecto invernadero, su uso de autos eléctricos es del 42,2% en comparación con los países del mundo, son los principales donantes al Fondo Verde para el clima y son los que más capturan, reutilizan y almacenan carbono.

Figuras del gobierno como pobladores, coinciden que en general: las energías verdes no son conocidas ni manejables aún, pese a que son de los países más avanzados tecnológica y económicamente, saben que aún no están listos para dar ese salto. Las tecnologías verdes tendrán que ir de la mano por un tiempo de los combustibles fósiles. Los jóvenes activistas, que realizan sus acciones de manera voluntaria, es decir sin paga alguna, están conscientes de que deberán regresar su estilo de vida a la época prepetróleo, dejar de lado algunos lujos que implicarán la baja demanda de productos derivados de este combustible.

Las asociaciones ecológicas han presentado argumentos más sólidos y esperan ganar el fallo de la corte, de lo contrario quieren hacer resonar su caso a nivel mundial, para que todos nos enteremos de que una realidad amigable con el ambiente es posible. Ellos, son el ejemplo.

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