COVID-19 deja sin “calaverita” a negocios relacionados con el Día de Muertos

La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) señaló que debido al cierre de panteones y la cancelación de desfiles, ofrendas y celebraciones públicas, a causa de la pandemia de COVID-19 en el país, las ventas de esta temporada se verán reducidas en alrededor del 52%, provocando una pérdida por 10 mil millones de pesos para diversos comercios y negocios, ya que este año no alcanzarán ni la mitad de ventas registradas en 2019.

Por su parte, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) pronosticó que las ventas de sus asociados se desplomarán este año en un 70%, con respecto a las del año pasado, debido a que las compras de flores, alimentos, artesanías, disfraces y otros productos relacionados con esta festividad, se verán limitadas por las medidas tomadas por las autoridades ante la crisis sanitaria.

El presidente de la Anpec, Cuauhtémoc Rivera, declaró que “literalmente, el COVID-19 dio muerte a la celebración del Día de Muertos, pues obligó a los mexicanos a honrar a sus difuntos sólo con ofrendas, altares privados y comidas en familia”.
Por tal motivo Rivera hizo un llamado al gobierno para que la reactivación económica, una vez que pase esta pandemia, sea sin prohibiciones al comercio y al consumo, pues es paradójico que la población no pueda honrar a sus fallecidos. “Resulta una paradoja que en este año tan oscuro, con este luto prolongado, no podamos honrar a nuestros muertos como tradicionalmente lo hacemos”.

Como ejemplos de negocios afectados por esta pandemia están los artesanos de papel picado de Xochimilco, uno de los elementos más representativos de esta festividad, los cuales debieron despedir a parte de su plantilla laboral luego de parar su producción conforme avanzaba la pandemia, debido a las medidas implementadas por el gobierno.

Otro caso es el de los productores de caramelos y chicles, quienes contemplan una caída del 10% en la producción de volumen y del 8% en valor combinado, para el cierre del año, a causa de que por la situación sanitaria actual, no se darán “calaveritas”, pero también por el nuevo etiquetado de alimentos calóricos y la ausencia de clases presenciales.

Un caso más es el de la industria de elaboración y venta de disfraces, a quienes el confinamiento (por no ser empresa de productos de primera necesidad), la falta de estrenos de películas y de nuevos personajes de terror, y la crisis económica que atraviesa el país, sepultó su temporada de mayor venta.

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