Trump huye ante abucheos en los honores de la jueza Bader Ginsburg

Este miércoles comenzó el homenaje póstumo de tres días de cuerpo presente de la jueza progresista y feminista Ruth Bader Ginsburg, en la Corte Suprema y Capitolio.

El presidente Trump llegó acompañado de su esposa a rendir honor a la recién fallecida jueza, lo cual es una acción fuera de lo común, pues Trump no acude a eventos que no son de su campo político. Sin embargo, al entrar al recinto, la multitud que estaba fuera, gran parte de ella feminista, comenzaron a gritar frases como no voten por él, voten para sacarlo, haciendo referencia a los comicios del 3 de noviembre donde el presidente busca la reelección. Llegó a las 10 horas del día de hoy, guardó un minuto de silencio y a los pocos minutos ya se encontraba de vuelta en la casa blanca.

La última voluntad de la jueza fue que el presidente resultante de estas elecciones próximas sea quien nombre a su reemplazante. Pero Trump ya declaró que él nombrará a la sustituta antes del 3 de noviembre y ya cuenta con 5 favoritas, entre ellas la jueza de Miami de origen cubano, Bárbara Lagoa.

A la jueza Bader Ginsburg, quien falleciera a los 87 años, la nombró el expresidente Bill Clinton, quien participó en una de las ceremonias restringidas con el discurso del jefe de la Suprema Corte, John Roberts y una breve oración judía: ver más allá del mundo en el que uno está, imaginar que algo puede ser diferente, ese es el trabajo de un profeta.

Ruth Bader Ginsburg fue una incansable defensora de los derechos de la mujer e igualdad de condiciones para ellas en Estados Unidos, cambió el rumbo del país, de sus frases más representativas: “No pido ningún favor por mi sexo. Todo lo que pido a mis compañeros es que dejen de pisarnos el cuello”.

Para la jueza la igualdad no se inclina al lado de las mujeres, igualdad es para ambos géneros. Lo comprobó en el caso que defendió en 1975, a un viudo, la oficina de Seguridad Social le negaba el subsidio disponible para las esposas que perdían a su marido. Él pedía contar con esa prestación y la entonces abogada Bader Ginsburg, defendió al hombre logrando la victoria y demostrando que la discriminación no sólo era hacia las mujeres.

Su argumento y opinión nunca fue a parar en el olvido, en el 2006, Lilly Ledbetter denunció en el tribunal que sus compañeros ganaban más que ella. El veredicto fue en su contra, pero el discurso de Ruth fue tan impactante que tres años más tarde el presidente Barak Obama firmó la ley Ledbetter, que prohíbe la discriminación de género en el salario.

Fue parte de la mayoría que votó a favor por el matrimonio homosexual en 2015. El estar en una nación polarizada, le ponía trabas ante su pensamiento feminista liberal, ella fue ganando terreno poco a poco en terreno progresista. Sin duda una gran pérdida para la lucha feminista y para quienes buscan la igualdad, toda la humanidad.

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