Vivir expuesto a la pandemia: la experiencia de la policía ante los enfermos de COVID-19

(Primera parte)

Un policía del Estado de México cuyo nombre mantendremos en el anonimato y llamaremos Miguel Ángel “N”, nos cuenta su historia al sobrellevar la pandemia, así como los cuidados y las medidas que debe llevar día con día para no caer enfermo. El riesgo por convivir con enfermos es alto, según cuenta.

En Tlalnepantla de Baz, la policía vive en carne propia la pandemia. Es riesgo permanente inevitable que corren estos servidores públicos. Trabajadores anónimos como los policías, los bomberos y los encargados de la salud, enfermeros y médicos, todos ellos ponen en riesgo su vida día con día ante la expansión del virus.

Miguel Ángel “N” es una persona de 50 años, delgado de 1.79 de estatura. Cuenta que tiene el cargo de policía tercero, cubre turnos de 12 horas por 24 más de descanso. En su trabajo le han asignado un arma de cargo, así como elementos de seguridad como el cubrebocas, la careta y los guantes. A pesar de ello, siente el temor que todos tenemos, ya que la exposición de él es permanente. Algunos compañeros policías han muerto por descuido. No sólo es el riego de accidente debido a la violencia sino morir por contagio de COVID-19 en el caso de su agrupación adscrita al Estado de México.

Su rostro muestra cansancio. Hicimos la siguiente entrevista en su día libre por ello viste de civil, trae un cubrebocas negro y saluda a distancia. Con una voz arenosa y desgastada, confiesa que lleva 20 años en la agrupación y siempre ha sido policía. Nunca ha pretendido alguna responsabilidad mayor, a pesar de tener estudios de universidad sin concluir. Habla claro y no tiene un lenguaje como el resto de los policías.

Miguel Ángel N explicó algunos pormenores de lo que sucede durante la pandemia en el trabajo cotidiano, como policía en el servicio de seguridad del municipio de Tlalnepantla de Baz en el Estado de México. Pregunta si tenía que revelar su nombre yo respondo que no. La entrevista se lleva a cabo a inicios de un mes de agosto lluvioso.

M.T: Entremos en materia, con respecto a la pandemia. ¿Qué sucede con las personas que ustedes detectan? ¿Ustedes canalizan a las personas para que algún otro tipo de servidor público resuelva los problemas de necesidades de la población?

M.A: Aquí tenemos un decálogo del comportamiento de oficiales que al principio me costó trabajo entenderlo. Y conocemos la situación y ha sido bastante desfavorable. Una de las situaciones si tenemos una emergencia sanitaria si conocemos o sabemos de un caso, es decir, de una persona que esté siendo víctima de una infección, lo que tenemos que hacer es primero reportarla a nuestro jefe inmediato y nuestro jefe inmediato tiene la obligación de dar parte conocimiento de esta situación.

No podemos acercarnos al ciudadano enfermo. Una vez que se tiene conocimiento con la posibilidad de que esta persona tiene la enfermedad. Se canaliza por medio del c4 al servicio de Fénix, que son nuestras ambulancias.

M.T: ¿Después del COVID-19 cuáles cómo han cambiado las órdenes?

M.A: Bueno sí, todo ha sido nuevo realmente es un aprendizaje muy fuerte, porque al principio cuando comenzó todo, obviamente existían algunos compañeros que no creían en la enfermedad. Hay un protocolo. Todavía yo creo que hay compañeros que no creen en ello. La primera reacción fue que yo comencé a ver que era una cosa seria. Saber cuál es el protocolo era indispensable saber que tenemos que hacer. En este caso, si veíamos alguien que manifestaba síntomas, teníamos que seguir el protocolo y obviamente llamar a los cuerpos de rescate si era necesario que sacarlo pues ya pedir el apoyo de la ambulancia. El primer contacto somos nosotros en seguridad pública.

M.T: ¿Qué medidas han tomado para atender las emergencias que resultan al respecto en el Estado de México declarado el semáforo naranja en julio?

M.A: Lo primero que resultó fue el protocolo que debíamos seguir, que era todavía una suposición de cómo atender un paciente por COVID-19. Posteriormente las medidas se fueron individualizando. Se tenía que utilizar cubrebocas máscara y, en la mayoría de los casos, guantes. Se tenían que utilizar la careta y los googles y, obviamente, las medidas sanitarias personales. La sana distancia y la limpieza de las manos, creo que hasta el momento es lo que ha recomendado la Organización Mundial de la Salud.

M.T:¿Cómo visualiza la pandemia usted de forma individual con respecto a las medidas que han tomado en el cuerpo policial?, ¿El gobierno Tlalnepantla asumido la responsabilidad de la enfermedad y ha tratado de controlar la expansión de la pandemia?

M.A: Las primeras veces que nosotros tuvimos conciencia de la situación de la pandemia, pues realmente fueron muy malas noticias porque nosotros contamos con una clínica del IMSS no.72 donde resultaron 47 médicos infectados. Realmente no eran médicos, no eran trabajadores del IMSS, eran estudiantes que hacían sus prácticas.

La clínica que se encuentra sobre Gustavo Baz, esa fue la primera noticia del COVID dentro del municipio y. obviamente, después de que las otras noticias, pues en realidad por la geografía del Estado de México, las zonas más dañadas fueron Cuautitlán, Nezahualcóyotl y fue otro municipio, Ecatepec. Son zonas trabajadoras. Tlalnepantla figuraba, pero, por suerte, ahora ya estamos saliendo.

La respuesta del gobierno ha sido buena, ya que tuvo la medida y alquilaron un “sanitizador” para atención de la gente. Sí ha habido una respuesta, pues hubo un acordonamiento de las áreas públicas, y también de los negocios como bares, cines, centros de recreación. Se ha actuado con prontitud. El presidente municipal es Raciel Pérez del partido de Morena.

M.T: ¿Luego entonces el gobierno local asumió la toma de decisiones Federal como propia por pertenecer al mismo partido?

M.A: Obviamente, ha habido diferencias entre lo que hace el Gobierno Federal. También cuenta lo que hacen las persona y lo que hace el gobierno local. El gobierno actual del Estado de México nos mantiene en semáforo naranja y mucha gente interpreta que naranja, como “ya vamos de gane y podemos salir y hacer fiestas” y no es así. Simplemente es la medida por la cual se registra la cantidad de hospitales que están ocupando los pacientes.

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