De la opulencia a la austeridad: el viaje de Obrador a EU

La primera visita de Estado del Presidente López Obrador nos trae a la memoria los excesos que tuvo su predecesor, Enrique Peña Nieto.

El Presidente Obrador voló en avión comercial, turista. Fue sólo con su pequeña comitiva, el hospedaje correrá a cargo del Gobierno estadounidense, pero él decidió hospedarse en la Embajada de México en Washington D.C.. Fue solo, sin su esposa Beatriz.

Luego de la compra del ostentoso avión “José María Morelos y Pavón” ya nada se podía esperar de EPN. En 2015 viajó con 200 personas, incluídos familiares del Presidente y su esposa, la señora Angélica Rivera, a Reino Unido. El gasto, del erario público obviamente, fue de 7.1 mdp, según el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la información y Protección de Datos Personales (INAI).

EPN destinó 1.5 mdp por catering VIP para el avión presidencial. Más de un millón de pesos en la renta de 12 autos y 3.85 mdp en servicios de aeropuerto, gasolina, mantenimiento y necesidades de la aeronave. En el Hotel Intercontinental Park Lane gastaron 840 mil pesos, 32 mil de comidas en Hotel The Dorcheste y 33 mil más afuera del hotel.

En Francia, ese mismo año pero en Julio, “la comitiva” fue de 143 personas. Al menos 4 mdp en gastos de comida gourmet, habitaciones VIP, seguridad privada y policial. El expresidente no escatimaba para darle una buena vida a sus más allegados.

Se sabe que en servicios de transporte (el avión presidencial) pagó al menos 4 millones de pesos mensuales de mantenimiento. Si “tenía que salir” ascendía estratosféricamente: comida de lujo, botellas, lugares de ensueño para hospedarse, roaming, servicios VIP y seguridad privada eran los costos que salían del presupuesto público, de personas que jamás se han subido a un avión y por sus condiciones jamás lo harán.

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