¿Y el tema del muro, señor Trump?

Ante la vista atónita de muchos, este encuentro supone una oportunidad de relación entre ambos Presidentes.

Lo primero al notar en la visita de AMLO a EUA es el fresco que trajo a la reputación de Trump al sur del país, pues, después de haber llamado en 2016 a los mexicanos “criminales y violadores” no dejó muy contento al sector que vive en esa zona de Estados Unidos. Obrador insistió con recalcar al pueblo estadounidense que “su presidente nos trató con amabilidad y respeto” y jamás “nos trató de imponer nada”.

Este encuentro parece un sincretismo excepcional y sin precedentes. Por un lado, tenemos 66 años de izquierda radical entre el pueblo y para el pueblo, sin lujos u opulencia que seguir, defensor de los que menos tienen y hacedor de bienes para el pueblo. Por el otro, un millonario en bienes y raíces que también dirigió y fue una estrella de reality. Ambos tienen un común: populismo y nacionalismo, aunque con otros caminos.

La reunión sostenida durante 90 minutos en la Casa Blanca fue meramente técnica, sin jiribillas ni traperías. Se centraron en el T-MEC y la oportunidad de integración económica. Esta información vino de dos personas que tienen conocimiento de la conversación, pidieron el anonimato.

Los diplomáticos de ambos países pidieron no hacer rueda de prensa y evitar tocar temas incómodos. En la cena ofrecida en la Casa Blanca, Donald Trump bromeó diciendo “que se había portado bien y se había controlado al no mencionar el ‘espinoso’ tema del muro fronterizo”. Este comentario sacó bastantes risas en los asistentes.

Luego de esto, la comitiva mexicana se dirigió a la embajada de México para tomar algunas bebidas y conversar, el único estadounidense en la reunión fue Christopher Landau.

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