Pedofilia consentida en Alemania
Durante más de 30 años las autoridades alemanas fueron conscientes de esta práctica, nunca hicieron nada, sino todo lo contrario.
El Partido Verde de Berlín exigió una investigación acerca de abusos infantiles masivos desde 1973 hasta 2003. Estos abusos eran hacia niños adoptados, la custodia era inexplicablemente rápida, todos los adoptantes eran pedófilos conocidos por las autoridades.
Un informe señala a las autoridades de educación y el Senado de Berlín occidental como cómplices, al tanto que aceptaban, apoyaban y hasta defendían esta práctica. Los principales responsables de esta atrocidad son políticos y académicos izquierdistas de los años 70’s, 80’s y 90’s.
La política Marianne Burkert-Eulitz insiste que esas redes aún existen dentro del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y el Partido Democrático Libre (FDP) y pide que se responsabilicen de ello.
El informe detallado por parte de la Universidad de Hildesheim nombra a Fritz H. como uno de los atacantes más bestiales. En su tutela murieron varios niños, uno discapacitado. Pese a sus antecedentes penales el gobierno le siguió otorgando deliberadamente vidas de niños inocentes para sus repugnantes e indecibles actos.
A Fritz le han demandado dos veces, víctimas suyas por el trauma que vivieron, pero el Senado les ha negado el juicio.
En el informe de la Universidad se habla de tres pedófilos más, incluída una red de élite dentro del Instituto Max Planck, la Universidad Libre de Berlín y la escuela Odenwald de Hesse que supervisaban los trámites.
Helmut Kentler, el abogado de la pedosexualidad
El psicólogo Kentler, en su centro pedagógico de Berlín, era el encargado de buscar a las víctimas y a sus victimarios. Este avalaba a Fritz como “un experto, altamente recomendado tutor de infantes”.
Helmut fue un aguerrido defensor del sexo con menores, tanto que en 1999 declaró que “la pedofilia tiene un efecto muy positivo en el desarrollo de la personalidad de un niño”. Además, en un informe que envió al senado, declaró explícitamente que él conocía las prácticas sexuales que tenían los padres adoptivos a los que se les daba una custodia.
Este caso no podrá seguirse de manera adecuada hasta que el Departamento de Educación de Berlín desclasifique y revele todos los documentos y papeles respecto al alcance de los abusos infantiles durantes esos años. Nombres, víctimas, fechas, registros, todo está allí, guardado.
