Caída histórica del precio del petróleo y su lección para México

“Las personas que mas me han enseñado a lo largo de mi carrera son las que me mostraron lo que yo no veía.”

–Sheryl Sandberg

El día 20 de abril del año 2020 se tuvo por primera vez en la historia una situación en la que los precios del West Texas Intermediate (WTI) tuvieron cifras negativas. Situándonos en un escenario en donde a falta de una capacidad de almacenamiento óptima, los dueños de contrato de futuros de crudo decidieron que era mejor pagarle a los usuarios que contrayeran la respondabilidad de compra. Así de irreal se vivió esta situación, pero como se ha visto en este año lo imposible se vuelve posible.

¿Un panorama gris para el petróleo?

A pesar de esta situación tan desalentadora que vivieron los países petroleros el día de ayer, hoy ya se “recuperaron” los precios. Esta alza en el precio del petroleó se explica ya que nos encontrábamos en una situación en donde los precios en los contratos de junio son mayores al contrato pasado, es decir al de mayo. También, se debe tener en cuenta que la reducción en la producción de petroleó que se acordó en la reunión de la OPEP todavía no se ve reflejada en los precios y el efecto más fuerte del aumento indiscriminado de la oferta petrolera ya ocurrió, lo que probablemente también ayude a que suban los precios de las mezclas internacionales.

No obstante, en los siguientes meses nos encontraremos jugando en un terreno desconocido para la mayoría de los expertos que rigen las decisiones económicas y ciertamente, una de esas nuevas condiciones globales es que la gente se encuentra en cuarentena y las empresas están acumulando cada vez más crudo que el que necesitan o puedan utilizar. Se tiene un panorama poco favorable a pesar de que el efecto más fuerte a corto plazo del aumento de la oferta ya haya ocurrido. Es por ello que aventurarnos a pensar en una situación realmente favorable para el mercado del petróleo es totalmente impensable, puede que tenga picos, pero la tendencia seguirá siendo la misma.

Cambio de rumbo: México

Hoy en Palacio Nacional y las principales Secretarías los dirigentes de nuestro país deben de tener 3 preguntas en mente: ¿Cuánto más se podrá seguir acumulando y pagando los costes de almacenamiento? ¿El acuerdo que se realizó con los países miembros de la OPEP está al grado de la situación? ¿Qué pasará con las economías que se sostienen principalmente con este recurso?

A pesar de que estamos en una situación en donde los ingresos petroleros están “blindados” por un seguro (el cuál es una práctica común de nuestro gobierno). Todas estas incógnitas resuenan como campanadas en su cabeza, dándose cuenta de que el mercado les acababa de dar una bofetada de realidad.

México ya no puede seguir dependiendo de este insumo como su forma prioritaria y parece que a partir de hoy, la cruz que cargará el gobierno en curso será la Refinería de Dos Bocas y el incesante plan por fortalecer a PEMEX. Si la lección de este 20 de abril se aprendió de forma adecuada, es claro que el país cambiará su estrategia de política pública, si no, ciertamente nos espera un futuro lleno de adversidades económicas que terminarán desencadenando problemas políticos y sociales.

Citando al Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, “claramente las condiciones han cambiado”.