En retroceso, Estados Unidos y Guatemala aprueban leyes en contra de la comunidad LGBTIQ+
(LeMexico) – “Don´t say gay” y “la 5272” atentan en contra de la diversidad, en Florida no se puede hablar de educación sexual y en Guatemala se prohíben los matrimonios de personas del mismo sexo.
En esta semana hemos sido testigos de cómo la política ha retirado los derechos humanos de la ya golpeada comunidad LGBTIQ+ en estas dos naciones.
En el caso del país centroamericano, el Congreso votó a favor de la Ley para la Protección de la Vida y la Familia, más conocida como la iniciativa 5272. Esta prohíbe la enseñanza de la diversidad sexual en todas las escuelas, solo podrán enseñar a los estudiantes que la heterosexualidad es lo “normal.”
La ley también decreta que quedarán prohibidos los matrimonios entre personas del mismo sexo por el Código Civil, así como el aborto, a excepción de que la vida de la madre corra peligro. En caso de que las mujeres se hayan provocado su propio aborto u otorgado el consentimiento para que alguien más se los haga, deberán enfrentar una condena de 5 años de cárcel, como mínimo.
El presidente Alejandro Giammattei debe ratificar esta reforma de ley para que entre en vigor, después de que la mayoría del congreso, con un voto de 152 a favor y solo 8 en contra, aprobaran la ley. Desde abril del 2017, un grupo de congresistas que se autonombran provida presentaron esta medida legislativa. Giammattei, promueve a su país como la “Capital Pro Vida de Iberoamérica” .
Los opositores a la ley y al presidente han arremetido en su contra por medio de las redes sociales en donde se le increpa con el alto índice de violencia, pobreza y de migrantes que salen de Guatemala por las malas condiciones de vida. Las asociaciones feministas y de la comunidad representados por gays, lesbianas, bisexuales y transexuales llaman a esta reforma la Ley antiderechos.
En Florida, Estados Unidos, el Senado, que es en su mayoría republicano, aprobó el proyecto HB 1557, o la Ley para el derecho de los padres en la educación, con 22 votos a favor y 17 en contra, para prohibir la educación sexual que incluye tratar temas de identidad de género y orientación sexual en las aulas del estado.
La ley “Don´t say gay”, como fue renombrada por quienes están en contra y los medios, llegó a manos del gobernador republicano Ron DeSantis, ultraconservador caracterizado por mostrar apoyo a las leyes antiLGBTIQ y quien se proyecta como posible precandidato a la presidencia en 2024.
De aprobarse esta ley, entraría en vigor en julio, impidiendo a los profesores, orientadores y escolares hablar con los estudiantes acerca de educación sexual y la identidad de género dentro de las primarias, de una forma que no sea apropiada a la edad o que entorpezca el desarrollo de los estudiantes. La crítica observa que los términos “edad” y “desarrollo” son muy ambiguos.
Esta ley también requiere que los distritos de Florida adquieran procedimientos para notificar a los padres si su hijo ha tenido cambios en la supervisión de su salud mental física o mental, por el bien del menor. Es decir que, si algún menor acude al psicólogo para tratar temas de su orientación sexual, se debera notificar a los padres.
Los republicanos y quienes están a favor de la ley dicen que es con la intención de dar poder a los padres sobre lo que quieren que sus hijos aprendan o no. Mientras que los jóvenes pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+ explican que es una ley absurda que no les permite hablar de sí mismos, para el estado de Florida es como si no existieran, si trataran el tema con sus compañeros podrían ir a la cárcel.
Las parejas del mismo sexo se sienten decepcionadas, pues sus propios hijos no podrán platicar o compartir de sus familias con otros, es marginar a los jóvenes a medida en que aceptan su identidad. Joe Biden externó que esta ley es de odio, se comprometió a seguir luchando para que los menores en Estados Unidos cuenten con la seguridad y protección que merecen.
En Texas, Oklahoma, Mississippi y Luisiana, también tienen leyes similares que inculcan la heterosexualidad como las únicas relaciones posibles y prohíben la educación sexual.
