Una se vuelve feminista con su propia historia

(LeMexico) -Nuestras vidas han experimentado cambios tremendos y también nos enfrentamos a enormes desafíos y retrocesos en la agenda de género y derechos humanos. Seguimos siendo testigos de hechos que demuestran que las mujeres no son una prioridad en la agenda política del país.

No hay duda de que el feminismo no solo ha atraído con éxito la atención mundial sobre la invisibilidad y ausencia de la mujer en los campos social y político, sino que también ha moldeado y cambiado enormemente el entorno.

La socióloga feminista Margarita Mantilla Chávez cree que, contrariamente a la creencia popular, el feminismo no es una organización radical dirigida a escindir o promover el odio a los hombres, sino un movimiento político y social, que asume que la conciencia de la mujer es tratada como persona.

El feminismo desaprueba la opresión, la violencia sexual, la subordinación y la explotación de las mujeres. Busca condiciones para que mujeres y hombres tengan igualdad de derechos y oportunidades, así como condiciones sociales justas en estos dos sectores y otros más.

Sus objetivos transformadores nos obligan a actuar en el campo ideológico para subvertir normas y valores culturales profundamente arraigados, así como el sistema simbólico de interpretación y representación que normaliza los comportamientos y actitudes sexistas, otorgando privilegios a los hombres y las introyectadas relaciones patriarcales. En este contexto, el feminismo desarticula los discursos y prácticas que tratan de legitimar la dominación sexual desde la ciencia, la religión, la filosofía o la política.

Debido al círculo vicioso que mantiene la impunidad y el patriarcado, más de una decena de mujeres, niñas y adolescentes son asesinadas en México cada día. Incidentes: la discriminación y violencia de género han provocado que cientos de familias reclamen indemnización por daños y perjuicios, es obvio que destruyan inmuebles o monumentos históricos, pues reclaman a un Estado fallido que perpetúa las violencias y las naturaliza.

La resistencia de México a promover la agenda feminista es obvia. El discurso del Gobierno Federal y sus esfuerzos para eliminar la violencia contra la mujer, recortar presupuestos, enfrentar el aumento de feminicidios, la impunidad sistemática y estructural, e insistir en la indiferencia, es muestra de la negligencia de un país con un gran pacto hacia el patriarcado.

México no ha podido prevenir, participar, eliminar y sancionar la violencia contra las mujeres y las niñas.

La frase que en su día formulara la pensadora francesa Simone de Beauvoir “mujer no se nace, se hace”, hoy, #8M, toma fuerza. Por ello, es que miles de mujeres en México y a nivel mundial salen a levantar la voz, en son de paz y con gran esperanza de que ya NO NOS FALTE NINGUNA.

Por las que ya no pueden alzar la voz. Por las niñas que merecen crecer en un país justo y seguro. Por ti, que callaste y vives con ello. Por ti que denunciaste. POR TODAS.

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