Dos afroamericanos más encontrados muertos colgando de árboles durante las manifestaciones

En 1939, la cantante de jazz, Billie Holiday, interpretó la canción “Strange fruit” escrita por Abel Meeropol, manifestando con más fuerza su oposición a los linchamientos en la mayoría de los estados del sur de la Unión Americana.

Recientemente, dos casos de afrodescendientes colgados en árboles de Estados Unidos fueron noticia apenas el día de ayer. El buró Federal de Investigaciones abrió las carpetas por al menos dos casos de personas que han aparecido muertas, colgando de árboles, en diferentes puntos de Estados Unidos.

Una de las víctimas, Robert Fuller, de 24 años fue encontrado colgado con una cuerda de un árbol la semana pasada, cerca del ayuntamiento de Palmdale, a las afueras de Los Ángeles en California. La hipótesis inicial fue la de suicidio, pero sus familiares y activistas han denunciado que eso es imposible y la causa de su muerte aún no se ha hecho pública.

Otro de los casos fue Malcolm Harsh, de 38 años, que falleció en circunstancias semejantes el pasado 31 de mayo presuntamente ahorcado con un cable USB en un árbol de Victorville también en California. La familia de Harsh y algunas organizaciones también han descartado que el hombre se haya suicidado como en el caso de Fuller.

Otros dos casos se dieron en Houston Texas y en el barrio de Manhattan en Nueva York, cuyos detalles no se han revelado como parte de la investigación. Sólo se ha dado seguimiento de ambos asesinatos en los cuales no se conoce la causa oficial de las muertes, aunque no se han descartado las posibilidades de suicidio.

Estos casos han sucedido durante las protestas tras la muerte de George Floyd, el 25 de mayo pasado, en Minneapolis, Minnesota. Lo anterior ha provocado que varios ayuntamientos del país reduzcan los fondos que otorgan a los departamentos de policía locales. Las manifestaciones se encuentran ya en su vigésimo día y han alcanzado a 650 ciudades en los 50 estados de la Unión Americana.

Como fue antes, ahora es: el racismo en Estados Unidos era un fenómeno cotidiano, bajo aquella consigna oscura de “Separados pero iguales”, cuatro quintos de los hombres linchados en el sur hasta 1940 eran afrodescendientes. Billie Holiday vería con tristeza que nada ha cambiado.

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