¿Qué es lo mejor para los viajes del futuro? Aún sin respuesta las aerolíneas del mundo

Sin duda alguna, el COVID-19 ha dejado a su paso toda una revolución en todos los aspectos humanos: las relaciones, la forma de hacer negocios, el cómo consumimos y la forma en que viajamos, definitivamente es algo que no podrá volver a ser igual.

Las aerolíneas mundiales se encuentran en aprietos debido a la poca demanda de vuelos locales y por supuesto, la suspensión de vuelos internacionales. Existen alrededor de 17,000 aviones parados en todo el mundo, los cuales, aunque estén estacionados, requieren un mantenimiento mínimo, esto representa un gasto para las empresas dueñas de las aeronaves en las cuales, en estos momentos, no están percibiendo los ingresos habituales.

Aún no se ha descifrado cómo será la forma en que se realicen los vuelos una vez pasada la cuarentena mundial, ni las aerolíneas ni la Asociación Internacional de Transporte Aéreo pueden llegar a un acuerdo. A pesar de ello, ya está tomando forma un plan global de reinicio de vuelos, a pesar de que se estima que haya restricciones y medidas preventivas para mediados e inclusive finales del 2020.

Los expertos aún no deciden cómo mantener el distanciamiento social tanto en el avión como en el aeropuerto. Se han planteado mantener las marcas en el suelo para que haya distancia, el uso obligatorio de mascarillas dentro del recinto y en el avión, no se podrá cachear a los pasajeros aun levantada la cuarentena, tanto por seguridad del pasajero como el personal de seguridad, así que se planea hacer un escáner facial dando más confianza en el pasajero.

Se sugirió realizar exámenes médicos previos al abordaje. Esto haría filas extensas, el requerimiento de mayor personal, inclusive médico, todo para que pueda abordar un pequeño grupo de pasajeros, no parece ser buena idea.

Otra medida que se menciona es permitir el acceso al aeropuerto únicamente al pasajero, aún se analiza esta opción, al igual que las medidas para tomar dentro del avión. Aerolíneas como Lufhtansa, la principal línea alemana, ya están operando vuelos donde los asientos de en medio no se están ocupando, esto hace que el avión vaya al 65% de su capacidad, lo cual significará un incremento en el costo del boleto de avión para cubrir el costo operativo del 54% de su valor previo a la pandemia. Varias aerolíneas han dicho que tomarán esta alternativa una vez levantadas las restricciones, como lo es EasyJet, una línea de bajo costo británica.

También, se especula sobre una cuarentena de 14 días para los pasajeros provenientes de otros países, similar a lo que se hacía en países de América a los vuelos provenientes de Europa. Esto se hizo en su momento para frenar la propagación, pero adoptarlo como medida sanitaria fija mataría el transporte aéreo, protestaron las aerolíneas.

Mientras se definen los vuelos y medidas del futuro, algunos países ya empezaron a levantar sus restricciones de vuelo, por ejemplo: Australia y Nueva Zelanda están planeando una burbuja de viajes o corredores seguros entre ellos. En Panamá se reinician operaciones en junio; en Chile en este mes reanudan vuelos a Miami, así que ya están haciendo los preparativos de estos vuelos, ya que la mayoría de los aviones que dejaron de volar, para retomarlos, deben ser llevados a mantenimiento y obtener certificados de estándares de seguridad. En México, Chile y Brasil la baja de vuelos represento un 97% de caída.

Dependerá de cada país el levantar sus restricciones, hacer nuevas bitácoras de vuelo espaciadas para evitar aglomeraciones y reacomodar a todo el personal que conforma el aeropuerto. En América latina ese personal son aproximadamente 430 mil personas, de las cuales algunas, desafortunadamente, ya han perdido su empleo. No queda más que esperar a que se encuentren las medidas adecuadas para poder viajar nuevamente haciendo uso de la industria de transporte aéreo que día a día de esta pandemia busca la forma de sobrevivir a duras penas.

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