¿Y cómo va el Tren Maya?

En LeMexico hemos presentado varias notas respecto al Tren Maya. Sabemos que nuestros acérrimos lectores quieren estar muy bien informados respecto al tema, así que les presentamos breves actualizaciones al respecto:

Ángel Ávila insistió en que el proyecto no sólo no cuenta con los permisos ambientales, sino que carece de viabilidad económica. Las asesorías externas en cuanto a infraestructura erogaron 60 millones que no fueron tomadas en cuenta por en el erario. Lamentó la devastación ambiental en los mega proyectos e invitó al presidente a suspender las obras y usar los recursos para rescatar al país de esta grave crisis económica y sanitaria.

También se encontró que Fonatur, eliminó partes enteras de los documentos bajo la leyenda información confidencial que refleja la estructura del proyecto y la ejecución de los costos. El semanario consultó al director de Hábitat para México y Cuba, Eduardo López Moreno, quien comentó ignora el por qué fueron tachados estos documentos, ya que en la ONU no hay nada que ocultar. También dijo que no ha escuchado de Eclecsis Sinergia y Tecnología, S de RL de CV, empresa a al cual Fonatur le asignó un contrato directo por 11,262,000 pesos.

Apicultores temen por su producción de miel. Las abejas perderán los árboles donde transitan, se asustarán al igual que las otras especies que no temerán por debajo de las vías. Además, se niegan a dejar sus panales para ir a trabajar en el mantenimiento del tren. Los pobladores no están de acuerdo con el progreso que traerá el proyecto, ya que piensan será como Cancún, muchas microempresas cerrarán y habrá un incremento de población, así como de trata de blancas y narcotráfico.

Deforestación de la zona, que mermará el sumidero de carbono de la península de Yucatán, que ayuda a captar a gases del efecto invernadero. Al contrario, el tren correrá con diésel que genera más contaminantes de los establecidos cuando se planteó que correría con electricidad.

La fauna, será de las más afectadas, ya que pasará por las reservas de Balam Kin y Balam Kú, el Parque Nacional de Palenque, las Áreas de Protección Cañón del Usumacinta, Yum Balam, Manglares de Nichupté y Uaymil, entre otras.

Fragmentará el paso biológico de las especies. Se ha hablado de los pasos de fauna, pero no especifican cómo se modificará la conducta de los animales para que pasen a través de ellos, como jaguares y monos. Evidentemente, el ruido y la presencia humana asustará a los animales, incluido el murciélago, de los principales polinizadores de la naturaleza.

La polémica obra está parada en su tramo 1 hasta que pase la contingencia sanitaria. Deben preocuparnos los daños colaterales que traerá la puesta en marcha del tren en el ecosistema, la pérdida de las comunidades indígenas ancestrales y su aportación cultural y económico que representan. Inclusive, ya es bien sabido que la salud humana es afectada. La pandemia de COVID-19 es muestra de que la manipulación de la naturaleza y sus especies sin consideración o respeto, tiene consecuencias muy grandes.

Nosotros elegimos, realmente aprendimos algo o quedamos peor, progreso sobre la vida, economía a costa de los animales, frenamos de una vez esta pandemia y prevenimos las que vendrán si seguimos por la misma brecha. No nos equivoquemos, se tiene el apoyo de la ONU para reubicación de familias y, ¿quién ve por el impacto ecológico?