(LeMexico) – El principal error es que ha provocado la exclusión social de estas personas. Existe una tendencia a creer que una persona con una determinada enfermedad mental se desequilibrará tanto que se convertirá en un monstruo. Este no debería ser el caso, porque están perfectamente preparados para afrontar su día a día como cualquier otra persona.
El mayor problema con las enfermedades mentales es su invisibilidad en la sociedad, es decir, viven en un mundo donde son juzgados por el diagnóstico. El tabú de cualquier enfermedad mental debe romperse.
El trastorno bipolar se encuentra dentro del grupo de trastornos del estado de ánimo, se caracteriza por la presencia variable de estados de intensa actividad (manía) o periodos en la que está disminuye (hipomanía).
¿Qué es?
Es una enfermedad que presenta periodos de depresión grave seguidos de periodos de euforia o irritabilidad. Esta condición puede ser leve o grave y no está asociada con eventos en particular.
Síntomas
- Depresión: Pérdida del interés por actividades antes disfrutadas, pérdida o aumento de peso, problemas de sueño, apatía o agitación, devaluación de sí y culpabilidad, incapacidad de concentrarse y de tomar decisiones e incluso pensamientos suicidas.
- Manía: Ideas de grandeza, disminución de necesidad de dormir, discurso excesivo, fuga de ideas y aceleración del pensamiento, hiperactividad, falta de criterio, síntomas psicóticos.
- Estado Mixto: Algunas personas no presenta episodios puros de depresión y de manía, sino una combinación de ambos, los dos tipos de síntomas a la vez.
Las personas con un trastorno bipolar dicen:
- No te comprendo.
- Tienes tanta energía que estresas tu mente y tu cuerpo.
- Intentas alcanzar tu propia mente.
- Un sentimiento increíble que se convierte en algo horrible.
- Estás en un subibaja de emociones humanas.
- Entre otras más.
Para la gran mayoría de la sociedad un enfermo mental es un loco y un marginado social, pero son estereotipos que no deben convertirse en realidad. Poner fin a los mitos y prejuicios sobre la salud mental no sólo puede ayudar a las personas que han sido diagnosticadas, sino también a las que tienen miedo de buscar ayuda.
Debemos ser conscientes de que una persona con un trastorno puede llevar la misma vida que todos, aceptándolos como son y entendiendo que pueden vivir una crisis como el que tiene una bajada de tensión.