El día de ayer, las redes sociales se conmocionaron tras la muerte del pequeño Tomás Blanch (Tommi), el niño de once años que emocionó todo YouTube con sus historias, sus juegos y su carisma con el que permeaba cada video. Su muerte se debe al deterioro que sufrió por el tumor maligno en su cerebro, el cual no pudo ser operado para su remoción. Este le afectaba sus extremidades y sus ojos.
No hay causas directas que expliquen la aparición de un tumor cerebral, al menos se sabe que pueden originarse de forma hereditaria (neurofibromas) o por inducción debida a agentes físicos (radioterapia).
Desde abril de este año, “Tomi” ascendió como espuma en su canal, pasando de 35 suscriptores a más de 3 millones en un día y subiendo a más de 8 millones en menos de cinco meses, un logro que le dio varios méritos en la plataforma. Además de cuenta con más de 111 millones de visualizaciones en todos sus videos. Realmente son de ternura, como aquel donde relata que se le olvidó devolver a la Biblioteca los comic’s que la encargada le apartó.
En Chile, Tommi obtuvo los reconocimientos “Copihue de Oro” en la categoría “Youtuber del año”, y recientemente también ganó en los Giga Awards a la “Mejor cuenta de YouTube”. Grandes de la plataforma como rubius, Dross, Jordi Wild y TheGrefg dieron sus condolencias y se despidieron del pequeño gigante.
La aparición de Tommi no fue un milagro, pero probablemente sí una notable y agradable tendencia, demostrando que cuando la red se une, puede hacer cosas maravillosas. El pequeño niño chileno tuvo el respaldo y el apoyo de las plataformas de internet. Con 20 videos cortitos mostrando su vida, aficiones, familia, gustos y un tanto de humor chileno, inició su sueño de ser youtuber. Al hacer notar su deseo de ser youtuber, la comunidad se unió compartiendo y divulgando la causa en todas los canales y en algunas horas Tommi ya contaba con un millón de suscriptores.
Es notable lo que la red puede hacer por alguien recordando el caso de Sarmand 22, quien también fue beneficiado con el mismo gesto por los usuarios de Facebook. Además, celebridades como Ibai Llanos dedican una importante cantidad de horas en sus canales para “hostear” canales muy pequeños, otorgándoles millones de suscriptores en horas o regalar miles de dólares funcionando como “el trampolín” de muchos jugadores, streamers o youtubers.