Actualmente, se conocen aproximadamente 20 infecciones diferentes que se transmiten por contacto sexual. Las ETS se propagan predominantemente por contacto sexual, incluidos el sexo vaginal, anal y oral. Algunas se pueden transmitir también por otras vías, como la sangre y los hemoderivados. Más allá del efecto inmediato de la infección, las ETS pueden tener consecuencias graves.
La preocupación o auge de las ETS, se vincula con en el nuevo hallazgo de investigadores chinos que analizaron el esperma de hombres infectados con COVID-19, encontrando que una mínima parte de ellos tenían el nuevo coronavirus en su semen.
Precedentemente, se había estipulado que el COVID-19 no era una infección de transmisión sexual. Sin embargo, se destacó y subrayó que el contagio podría realizarse cuando alguien que tiene el virus tose, estornuda o exhala, asimismo; por medio de la saliva o escurrimiento nasal. Lamentablemente, se abre una diminuta posibilidad de que la enfermedad pueda ser transmitida sexualmente
Un estudio, realizado por médicos del Hospital Municipal de Shangqiu en China a 38 hombres hospitalizados con la enfermedad, encontró que seis de ellos o el 16% resultaron positivos para el SARS-CoV-2 en su semen.
La falta de formación del personal sanitario y el arraigado estigma generalizado en torno a las ETS siguen dificultando las vías de prevención y atención.
Allan Pacey, profesor de andrología de la Universidad de Sheffield de Gran Bretaña, declaró: “No debería sorprendernos si el virus que causa el covid-19 se encuentra en el semen de algunos hombres, ya que esto se ha demostrado con muchos otros virus como el ébola y el zika”.
La mejor manera de prevenir el COVID-19 es tratar de evitar tener contacto físico cercano -incluyendo sexo- con alguien que no vive contigo.