En Estados Unidos se han adoptado grandes medidas para seguir en contacto con los fieles de forma digital. Varias iglesias se han transportado a las redes sociales para llevar la fe durante la emergencia de salud y que sus devotos no se sientan abandonados o desamparados. Sin embargo, la creatividad demostró que puede hacer esta situación más sobrellevable. Algo que vimos es que muchos párrocos decidieron dar misa por Facebook o Instagram.
Sólo basta un monitor, tablet o dispositivo móvil para responder a las plegarias y que en la parte de las peticiones se adjunte un texto (evitando algún emoji o sticker para no perder el carácter de formalidad).
Las lecturas, se pueden buscar a través de la web, evitando la impresión del documento y, asimismo, ser amables con el medio ambiente. La misa llega a más gente de la que habitualmente va el domingo a la parroquia.
Como de todas las desgracias, saldrán muchas cosas buenas de esta cuarentena por el coronavirus, también cosas santas.
Ya no hay pretextos para llegar tarde a misa o no levantarse por la pereza de estar puntual a las 07:00 a.m., la era de los medios digitales parece tener un giro religioso online.