Las claves de Agustín Carstens

(LeMexico) – Por años, la voz de Agustín Carstens fue una de las más influyentes de la economía mexicana. Ahora, Carstens es el jefe del Banco de Pagos Internacionales y, desde esa posición, en una entrevista al El País, como buen banquero central, envía señales con respecto a lo que sucede con los fenómenos inflacionarios globales.

Dice que varios elementos que generan inflación son transitorios, en clara referencia a la pandemia, cuyos efectos negativos se van a ir reduciendo, con las cadenas de valor restauradas, pero otros pueden durar por mucho tiempo, como los altos precios de la energía, como motivo de la invasión a Ucrania y lo que seguramente será un foco de tención permanente, en una región que provee de energéticos a buena parte del mundo. Eso, claro, también tendrá efectos de largo plazo en los precios de los granos, y, por tanto, de los alimentos.

Es verdad que políticas como el incremento de las tasas no van a ayudar a reducir directamente el aumento de los energéticos, pero sí se deben mandar señales de que los bancos centrales no se desentienden del proceso inflacionario, aunque las metas de inflación necesariamente tendrán que cambiar. Su preocupación es evitar que los mayores precios de la energía se reproduzcan en contratos y negociaciones salariales. Las demandas salariales desproporcionadas pueden generar procesos inflacionarios, estilo bola de nieve, difíciles de romper.

Afirma que la preocupación va encaminada a la tolerancia a la inflación en naciones desarrolladas, sin memoria de procesos recientes de hiperinflación. Le preocupa menos América Latina, en donde gracias a la acción anticipada de los bancos centrales, el incremento de los precios ha sido menor al esperado, además de que su situación financiera es relativamente buena.

En la entrevista, Agustin Carstens después matiza, acepta que la meta de los bancos centrales no se puede cumplir a rajatabla respecto al objetivo de inflación. Afirma que reaccionar con demasiada fuerza al incremento de los precios de la energía podría generar una recesión y, en el caso de Europa, existe incluso la posibilidad de que se genere un proceso de estanflación. Agustín es, por otro lado, optimista de que se mantengan fuerzas deflacionistas, como la reconfiguración de cadenas globales de valor, con acciones de efectos de largo plazo, como evitar que ciertos insumos clave para la economía global solamente se produzcan en cierto país.

La principal frase de la entrevista es cuando el jefe del Banco de Pagos Internacionales afirma que los bancos centrales deben regresar al catecismo, uno pensaría que se refiere hacerle caso al librito, a hacer lo que hacían tradicionalmente, esto es, hacer política monetaria y mandar señales para tratar de anclar la inflación. Seguramente en referencia a la política monetaria de los Estados Unidos de los últimos años, que tenía como misión principal promover el crecimiento.

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