“No mires abajo” y “Sin cenotes no hay paraíso”: campañas que esperan traspasar el hablar con la pared

(LeMexico) – Roberto Rojo, biólogo y espeleólogo, reitera la enorme afectación que se cierne sobre la península de Yucatán por medio de estas campañas, sin estudios del daño, con la presión por parte de los hoteleros, es tan frustrante que el gobierno no escuche.

La evidencia científica está ahí, inclusive la evidencia pagada para el único estudio internacional que pagó Fonatur indica que el proyecto del tren Maya tendrá un grave impacto en el ecosistema mexicano, principalmente en Quintana Roo. El gobierno de la 4T se ha enfocado en dividirnos a los mexicanos, alentando a que los seguidores de Andrés Manuel López Obrador se escuden y repitan su mismo argumento sin fundamentos para que este tren se lleve a cabo. De esta forma, oculta el verdadero ecocidio que se está perpetuando en nuestra selva, en nuestros cenotes, en nuestros jaguares, en nuestros monos araña, en nuestros jaguarundis, en nuestras tortugas, ocelotes y la infinidad de vida que estamos permitiendo se termine.

Bastó el video de actores y cantantes para exacerbar el conflicto, por parte del gobierno mexicano. Han cuestionado la integridad de las personas que en video aparecen, pero de ellos no dependemos. Ellos no hacen la obras de desarrollo ni son los encargados del progreso de México. ¿Por qué no cuestionamos la integridad de quienes están acabando con nuestra biodiversidad? Eso sí nos concierne a todos y nos afecta a todos. ¿Dónde estaban cuando los mismos hoteleros que ahora presionan para que el tramo 5 pase sobre la selva y no afecte en sus terrenos, explotaron la selva, quizá en la escuela, quizá haciendo algún proyecto televisivo? No lo sabemos, ya que es información irrelevante a la que hoy en día a diario nos llega de cualquier tipo.

Quizá por desinformación o porque no teníamos los medios de comunicación, como lo están al día de hoy, no se unieron a la causa en defensa de nuestras selvas y ecosistemas. El hecho es que hoy, al día de hoy, no podemos resolver la problemática actual con situaciones del pasado, mexicanos. Es inminente que se están talando árboles, atentando contra animales que son emblemáticos de nuestra cultura, que bien que andamos poniendo en los billetitos, pero para defenderlos, nos hacemos de la vista gorda y nos unimos a la tendencia del colectivo de atacarnos los unos a los otros, por alguien que le dio esperanza a un pueblo saqueado por años, pero que finalmente resultó ser uno más del montón de gobernantes que por fin se le hizo el turno de aliarse con gente de poderosa que prefiere quedarse con unos cuantos millones que ver realmente por el progreso de todo México.

No solo es la comunidad artística la que está en contra de este proyecto, científicos, investigadores, universitarios y la sociedad en general estamos en contra del proyecto. ¿Para tener derecho a manifestarnos también se cuestionará nuestra integridad por parte de otros mexicanos? Realmente, el discurso del presidente es demeritar a quienes están en contra de él, no escucha razones, no escucha expertos o a la ciudadanía maya que, en sus vistas al sur de México, previas a sobrevolar el sitio de la afectación, estuvieron afuera de sus pedidas de perdón, dejándolos afuera, una vez más.

En 2014, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad declaró que las selvas húmedas de México son representativas del sur del país y perdieron el 49% del territorio, conservando solo el 66%. Esto se debe al crecimiento de la mancha urbana, tala clandestina e inmoderada, incendios forestales y el incremento irracional turístico. De los 254,800 kilómetros cuadrados, es decir, 25.4 millones de hectáreas que había hace unas décadas, hoy solo quedan 40,086 km², 4 millones de hectáreas, reportó el biólogo y espeleólogo Roberto Rojo, en entrevista al Economista.

Quintana Roo es el estado con la tasa de deforestación más alta. Tan solo del 2014 al 2018 perdió 1,070 hectáreas. Estos últimos 45 años, ha perdido el 57% de sus selvas y bosques. Los ecosistemas de dicho estado han sobrepasado su capacidad de recarga de recursos desde hace mucho tiempo. El tren Maya sería su estocada final, ya que no solo implica el mismo tren, sino que centros urbanos que se contemplan serán entre 12 y 19, no para ser habitados por los mayas,que son habitantes de estas tierras desde que nacieron, sino que llegará gente foránea a atascar el territorio y requerirán de aún más servicios. Con ello, más deforestación, expropiación de terrenos, etcétera.

En los últimos días, se anunció que el tren sería superficial, para evitar el daño en los ríos y mantos subterráneos, y que se sembrarán más árboles de los que se van a tirar. ¿Y el trasplante de ejemplares arbóreos que tanto se jactó se realizaría? “Ni un árbol” decía en entrevistas. ¿Y los animales, los pasos de animales que dijo se instalarían? Además de ser una idea ilógica, por arriba o por abajo, los animales se van a tardar décadas en adecuarse a este tren que atraviesa sus ecosistemas. Ante un fuerte ruido, como el del convoy en las vías, se van a asustar, no van a pasar por sobre las vías ni los famosos pasos de los que no ha vuelto a tocar el tema el presidente, ni por ningún lado, cortando así su flujo, interfiriendo en su reproducción, preservación y su estancia en esta tierra misma, que también es suya.

El espeleólogo declaró que Yucatán es un enorme bloque de roca caliza, dando un suelo de 15 centímetros y debajo de este hay estructuras kársticas, por las cuales el agua se ha filtrado millones de años, dando enormes cuerpos de agua. En ellos, hay vestigios mayas que aún no se han explorado, así que el suponer, así como así, en un discurso por la mañana desde Palacio Nacional, que no habrá afectación alguna, es hablar con otros e inexistentes datos.

Además, la piedra caliza es muy frágil, no solo encontrarán la cueva Angry wasp, sino muchas de ellas a lo largo de toda la ruta. El pilotaje de un tren de carga que correrá de norte a sur, por encima de esta red de ríos y cenotes, donde sus aguas van de oeste a este, inminentemente afectará y colapsará el sistema de captación de agua. ¿Acaso queremos otra tragedia como la de la línea 12 del metro?

No mires abajo

Aprovechando la polémica con los famosos, la sociedad civil realizó la campaña “No mires abajo,” asemejando a la película Don´t look up, estelarizada por Leonardo DiCaprio, acérrimo activista ambiental, y Jennifer Lawrence. La cinta habla también de la destrucción del medio ambiente a manos del hombre, de cómo los políticos venden a su pueblo con tal de salvarse o de obtener algunos pesos. Esta emergencia ambiental retratada en la película no dista mucho de la realidad, lo podemos ver tal cual con todo este proyecto. Cabe aclarar que, para la realización de este tipo de filmes, se busca asesoría científica, así que, una opinión científica más.

Al igual que en la película, nos distraen con cientos de temas fuera de la problemática. Los políticos y gobernantes se hacen los ofendidos contra los “conservadores” y conspiradores hacia su gobierno. Cuando la realidad es que no es en contra de ellos, no es personal, es en contra del daño al planeta y las futuras generaciones. Roberto Rojo también es miembro del Círculo Espeleológico del Mayab, quienes indican que el caribe mexicano abarca los ríos y cuevas subterráneas. Estos cenotes son más que conectores naturales de los ecosistemas, son cápsulas del tiempo que preservan la huella de la vida natural de 1,8 millones de años. Quizá aquí también encontremos respuestas al origen de la humanidad, no solo en el espacio.

En los cenotes se han encontrado 45 especies de magafauna: como armadillos, osos perezosos y gonfoterios, esqueletos humanos de la Edad de Hielo, ciudades subterráneas, altares y ofrendas mayas que nos revelan cómo eran nuestros ancestros y los orígenes de la cultura de bronce, los mexicanos. Nuestros cenotes son enormes están en peligro también. El tramo 5 de Tulum a Playa del Carmen pasará por encima del sistema de cuevas y los cenotes Sac Actún y los cuerpos de agua que conectan la falla de Holbox con el mar Caribe, el paraíso turístico visitado por millones de visitantes año con año y donde los habitantes obtienen grandes ganancias. ¿No estaremos perdiendo millones de estos ingresos a la larga?

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