Nube toxica en Nueva Delhi, India, quienes se oponían de último momento al pacto de la COP26

(LeMexico) – Desde el 4 de noviembre, cuando en Nueva Delhi se celebró el festival de las luces, Diwali, la situación atmosférica no ha mejorado.

Como ya se estableció en la COP26, el carbón es la principal causa de la crisis climática que vivimos hoy en día. India es el tercer país que más contaminantes emite a la atmosfera y, curiosamente junto con China, en el cierre de la conferencia climática, después de varios borradores y discusiones respecto a este contaminante, creó una disputa pidiendo que se diluyera el compromiso climático precario, lo que ensombreció la clausura.

Cuatro días después de la firma del acuerdo que sugiere a las naciones llevar a cabo una eliminación progresiva, y no una reducción progresiva como la que pedía esta alianza asiática, Nueva Delhi, ciudad capital de India, no logra reponerse a una nube toxica que contiene niveles de PM2.5, o materia particulada con diámetro de 2.5 micrómetros, partículas tan diminutas que pueden causar obstrucción pulmonar.

Si en la atmosfera hay de 0 a 50 partículas, la calidad del aire es buena, de 51 a 100 es satisfactoria, de acuerdo con el Índice de Calidad del Aire. En algunas partes de Nueva Delhi, las partículas eran superiores a 400 el martes pasado, catalogando la calidad como grave. Desde su celebración anual del festival de las luces, Diwali, comenzaron a registrarse niveles descontrolados de partículas.

Por ello, el gobierno de la capital de India comenzó a cerrar escuelas, universidades, prohibieron llevar a cabo trabajos de construcción hasta el 21 de noviembre. Únicamente operan 11 plantas de producción de energía a base de carbón, irónico. Debido a las emisiones de vehículos e industrias, Nueva Delhi es la capital más contaminada en el mundo. En estos meses de invierno la situación puede empeorar, ya que los agricultores de los alrededores de la ciudad queman las partes bajas que quedan de las cañas después de segar, conocidos como rastrojos.

Los fuegos artificiales que se emitieron en el Diwali y la falta de viento jugaron un papel importante para alcanzar esta enorme contaminación. Aquí es cuando uno se pregunta si verdaderamente los dioses o santos piden el sacrificio de lanzar pirotecnia en su honor. ¿Hasta cuándo la tradición infundada para la actualidad, podrá más que la salud de los habitantes? Es algo que también nos deberíamos cuestionar en México, además de ser una industria peligrosa que ya se ha llevado a varias personas en diferentes tragedias.

Año con año, los delhienses experimentan picazón en los ojos y congestión nasal, sus hospitales se llenan de pacientes con problemas respiratorios, quienes pueden permitirse pagar el servicio médico, claro está. Las mañanas se tornan grises y el solo hecho de respirar es letal para la capital más contaminada del mundo. Con la negación de India y de otros países de eliminar el carbón, queda claro que muy pocos se beneficiarán económicamente, ¿pero vale sacrificar a los ciudadanos, a gente de su propia etnia, su propia cultura, su sangre, por unos cuantos pesos?

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