Los juicios contra Jair Bolsonaro por “crímenes contra la humanidad”

(LeMexico) – La comisión encargada de revisar la respuesta del Gobierno de Bolsonaro ante la contingencia por COVID-19 aprobó una acusación en su contra por delitos contra la humanidad debido a su gestión de la pandemia.

El Senado brasileño aprobó esta semana un informe que pide inculpar a Jair Bolsonaro por delitos graves contra la humanidad debido a su gestión y manejo de la pandemia, además de suspender el acceso a sus cuentas en redes sociales donde citó información falsa causando más de 605 mil muertes en Brasil.

7 de los 11 senadores involucrados en la investigación aprobaron el texto del Senador Renan Calheiros, además se pide la sanción a 77 personas más, que incluyen varios ministros y exministros, tres de los hijos del mandatario y a dos empresas. El informe, que concluye medio año de arduo trabajo por parte de la Comisión, se enviará al Tribunal Supremo, la Fiscalía brasileña y al Tribunal Penal Internacional de La Haya para su valoración y aprobación.

Con respecto al estado de sus cuentas, sucede que hace una semana, mediante un video, Bolsonaro asoció la vacuna anticovid con el SIDA, provocando una ola de desinterés y rechazo a la vacunación. El video fue retirado de todas sus redes y su canal de Youtube fue suspendido. Esta situación tiene un apartado notable en el documento que se enviará a las entidades antes mencionadas, presentado por el vicepresidente de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), el senador Randolfe Rodrigues.

Exige “la suspensión cautelar” de entrar a sus cuentas para evitar que el Bolsonaro destruya las pruebas en su contra. Aparte se propuso en este informe que el Presidente “se retracte en cadena nacional desmintiendo, no sólo la mentira de la correlación entre la vacunación con el SIDA, sino toda la información falsa que ha publicado y distribuido sopena de una muilta de 50,000 reales (USD $9,000) diarios por día de incumplimiento“. Ahondó: “No podemos tolerar más ese tipo de comportamiento (…) él sigue con su política de desinformación y generación de un pretendido caos social“.

Bolsonaro fue siempre un escéptico de las medidas de distanciamiento y de los antígenos antiCOVID, además será investigado por “calumnia e incitación al crimen” debido a sus cuestionamientos infundados del sistema de votación electrónico brasileño.

No se habla de consecuencias judiciales contra Bolsonaro, pero sí el impacto será de cara a las elecciones del año pasado. El documento le acusa efectivamente de epidemia con resultado de muerte; infracción de medidas sanitarias preventivas; curanderismo; incitación al delito; falsificación de documento privados; empleo irregular de fondos públicos; prevaricación; delito de responsabilidad y crimen contra la humanidad. Esto le atañe juicios en proceso de “impeachment” en el Congreso, penas de prisión y altas multas y ante el Tribunal Penal Internacional de la Haya, en Holanda.

Por su parte, Bolsonaro criticó la Comisión del Senado. En el programa televisivo Jovem Pan, Bolsonaro criticó a Renan Calheiros, relator de tal comisión, por estas acusaciones afirmando que es por venganza debido a que su Gobierno apoyó a Davi Alcolumbre en la Presidencia del Senado en 2019. Además afirmó: “quien tiene un de poco juicio sabe que ha sido una payasada“. Prosiguió: “Esa Comisión perjudica a Brasil y deja una pésima imagen internacional, piensan que aquí se vive una dictadura y que estoy arrestando a periodistas, restrinjo la libertad de expresión y que yo maté a la gente con COVID. Esto influye, la gente que quiere invertir en Brasil, no invierte, la gente que quiere hacer turismo, no lo hace. Nos perjudica a todos. Afecta a la bolsa, el precio del dólar, al combustible, la inflación“.

Brasil y todo su contexto

Una experta de salud norteamericana analizó hace unos meses el comportamiento de los procesos que Brasil afectó en la pandemia, su trabajo dejó entrever las adolescencias de la gestión. Denise Garrett laboró más de 20 años en el CDC del Departamento de Salud de EU. Es epidemióloga y trabajó durante más de 20 años en el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) del Departamento de Salud de EU y actualmente es vicepresidenta del Instituto de Vacunas Sabin (Washington).

«Brasil es el ejemplo de todo lo que podía salir mal en una pandemia. Tenemos un país con unos dirigentes que, además de no implementar medidas de control, minaron las medidas que teníamos, como la distancia social, el uso de mascarillas y, durante mucho tiempo, también las vacunas. Convirtiéndose en una amenaza global. Fue más que otra cosa la gestión de la crisis que devino en la nueva variante que azotó al mundo. Brasil es un hervidero de nuevas variantes y un suelo fértil para desestabilizar el progreso científico».

Además, la experta recordó con mucha dureza que «uno de los principales errores en Brasil fue el fomento de uso de medicamentos sin aval científico. Es decir, en lugar de practicar el distanciamiento social y usar mascarilla, mucha gente creyó en Jair Bolsonaro y consumió la ivermectina y hidroxicloroquina, creyendo que los protegería. No vi a ningún otro país del mundo haciendo eso». De manera surrealista, Brasil estaba como si nada mientras los muertos y contagios seguían creciendo en la región. Eso es algo que no se vio ni en esta ni en ninguna pandemia. Si bien en EU, con Donald Trump ocurrió algo similar, en Brasil había un protocolo por el Ministerio de Salud para el uso de estos medicamentos.

Los ojos están puestos sobre Brasil, puesto que los esfuerzos de todas las naciones «pueden irse a la basura por la impertinencia de los dirigentes brasileños. Ningún país estará seguro si hay un Brasil arruinándolo todo». Las restricciones de ciudadanos brasileños a diferentes partes del mundo ya están ocurriendo y se intensificará en medida que el Gobierno no “se cuadre a las normas mundiales de prevención y mitigación del COVID-19“.

Las medidas tomadas por Bolsonaro han afectado no sólo a la nación, sino que amenazan con irrumpir el avance del control de la pandemia en la zona y en el mundo. La nación no ha tenido aislamiento ni protocolos seguros contundentes y hay un amplio rechazo a las vacunas.

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