La Semarnat no va a la COP26 en Glasgow y retrasa el uso exclusivo de motores de diésel limpio
(LeMexico) – Hasta el momento se sabe que, como parte de la delegación mexicana en la Conferencia sobre el Cambio Climático en Glasgow, únicamente está contemplada la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador dice estar atento a los temas climáticos, pero parece ser que es de dientes para afuera, igual que él. Esto, pues la titular de la Semarnat, María Luisa Albores, aún no sabe o tiene en la agenda contemplado el acudir a la conferencia climática de Naciones Unidas, que comenzará el 31 de octubre en Glasgow Escocia.
Se tiene una estrategia, en conjunto con Estados Unidos para la cumbre, que al parecer será presentada por la estación estadounidense. Es por ello que se contempla a la Secretaría de Relaciones Exteriores, pero, ¿acaso esto no sólo es una muestra de que se ve el tema de medio ambiente con mira política, comercial y social y no como una problemática ambiental que involucra a la ciencia, tecnología y a los expertos en temas naturales del país?
Muestra de ello es que aún se desconoce si México enviará a personal del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. En 2019, en la cumbre climática que se realizó en España, la vocera de nuestro país fue la titular de esta dependencia, Amparo Martínez, acompañada de la subsecretaría de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SER, Martha Delgado.
Esta cumbre es de suma importancia. Se espera, determine un parte aguas en la historia del mundo y en el rumbo que le hemos estado dado a nuestro planeta, entendiendo que el desequilibrio en este afecta completamente a la vida en él, ya sean plantas, animales y la misma especie humana. Marcelo Ebrad dijo que hay trabajo colaborativo entre México y Estados Unidos para la reducción de emisiones. Dependemos de otros países que sí consideran designar recursos en investigación y métodos tecnológicos para frenar el cambio climático, además de que no entramos en la clasificación de países desarrollados, qué mejor que seguir bajo el cobijo estadounidense, supongo.
El gravísimo problema no es depender una vez más del vecino de arriba en otro rubro más, dejando de lado la tan preciada autonomía que se quiere alcanzar en este sexenio, sino que la actual administración continúa sin tomarse en serio la crisis ambiental. El pasado viernes se aplazó por tres años la fabricación obligatoria e importación de camiones y autobuses con uso de diésel ultra bajo en azufre.
Con el argumento de la misma dependencia, Semarnat, por ahora no hay disponibilidad plena del combustible, de acuerdo con el medio Reuters. El comité ambiental Comarnat es quien tuvo la potestad de deliberar al respecto, con asesoría de productores industriales y el gobierno de México. Con sus datos, se avaló que hasta finales del 2024, podrán estar aún en circulación motores de diésel convencional, el cual contiene hasta 500 partes por millón de azufre, siendo que el diésel ultra bajo en azufre contiene tan solo 15 partes por millón de azufre.
Responda usted querido lector, si las acciones del gobierno van en congruencia con el bienestar mundial y la de los mismos mexicanos, ¿será que los intereses económicos de empresarios y del titular de la 4T están por encima del bienestar de la nación?
