La respuesta evolutiva de los elefantes a la caza furtiva, tres generaciones sin colmillos

(LeMexico) – La ausencia de colmillos en los elefantes es un cambio genético que surge del problema ancestral de la caza furtiva, inclusive, los gobiernos y santuarios se los quitan, para evitar que los animales sean asesinados.

Elefantes y rinocerontes son cazados por sus cuernos año tras año. Desde la Guerra Civil en Mozambique, de 15 años de duración, se dio un estallido de caza furtiva de estos animales, provocando la pérdida de un 90% de la población de elefantes del parque nacional en esta región. Tiempo después de este inicio cruel de caza, se pueden apreciar algunos elefantes sin colmillos. ¿Por qué?

Estos cambios genéticos fueron perceptibles en los 242 elefantes de los 2,542 que existían. Una gran cantidad de los elefantes restantes fueron vistos ya sin los colmillos, los especialistas del Parque Nacional de Gorongosa, en Mozambique, consideran que es la ingeniosa solución genética y evolutiva que desarrollaron los cuadrúpedos. ¿Cuánta crueldad, violencia y dolor tuvieron que vivir, para que la misma naturaleza respondiera a ese grado?

Los elefantes con colmillos tienen 5 veces más probabilidad de sobrevivir que algún espécimen sin colmillos. Los especialistas se han percatado que son hembras las que ya nacen sin estos. Eu gen actúa de forma dominante en este cambio visible. Sin embargo, los colmillos cumplen funciones como ayudarles a levantar ramas pesadas, arrancar corteza de los árboles y tirarlos, obtener minerales y agua, cavar agujeros y pelear, muchas veces como defensa.

Desde 1992 comenzaron a notarse los cambios. Las hembras sin estas herramientas se multiplicaron por tres en el periodo que comprende de 1972 al año 2000, pasaron de ser el 18,5% de elefantes son colmillos a 51%. También en este periodo, se dio la disminución más drástica de elefantes. El marfil que los soldados y cazadores furtivos obtuvieron durante la época, sirvió para venderlo y comprar más municiones y armas.

Para Ryan Long, profesor asociado de Ciencias de la Vida Salvaje en la Universidad de Idaho y autor del estudio, esta evolución sucedió muy rápido. Es un cambio de características heredadas dentro de una población a lo largo de sus generaciones. Esta es una función natural de la selección, por ello la extrañeza de la rapidez con la que ocurrió.

De las hembras con esta variación, fueron utilizadas 18 para muestras genéticas, encontrando una variación en su secuencia genómica. En su cromosoma X encontraron una variación genética muy específica, que es al parecer la que inhibe el crecimiento de los colmillos. Las hembras tienen 2 cromosomas X, las elefantes tienen 2 también, uno normal y el otro con información faltante.

Si las hembras con esta variante conciben un macho, este tiene un 50% de probabilidad de crecer como su madre, es decir, de recibir el cromosoma X con este faltante genético. Con ello, el feto de elefante moriría dentro del útero, pues para los machos esta variante es letal, los colmillos son imprescindibles para los machos.

Aún se desconoce el mecanismo genético que permitió la variación en los cromosomas y el desarrollo exacto de la pérdida de los elefantes macho con el cromosoma afectado durante su gestación de 22 semanas. Actualmente, en el parque Gorongosa hay un ligero repunte de elefantes, llegando a 800 especímenes, entre ellos hembras que al parecer no les afecta en demasía el no tener colmillos.

Long y su equipo se han percatado que las hembras sin colmillos, tienen una dieta con mayor ingesta de plantas y hierbas. Aún tienen mucho por investigar y descubrir de esta evolución.

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