La otra cara de la moneda de los parques de energía eólica en Yucatán

(LeMexico) – Eliminar el uso de combustibles fósiles y sustituirlos por energías renovables, es la tendencia mundial en beneficio del planeta y la humanidad, ¿pero qué pasa cuando los menos favorecidos no ven estas bondades?

Sin duda, la generación de energía eléctrica por medio del sol, aire y agua son la mejor opción que tenemos en cara al futuro y para hacer frente a la crisis climática. Sin embargo, los arreglos políticos, oportunistas que benefician a los sectores empresariales, extranjeros y de la clase alta que se hacen con estas fuentes, pueden llegar confundir a la población. Qué mejor lugar para instalar parques.

En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, de 1988 a 1994, se realizó la reforma de Ley de Servicio Público de Energías Eléctrica, en 1992, que permite a productores privados generar energía para autoabastecimiento y venderse a empresas grandes, pagando una tarifa fija preferente al distribuir e la CFE esta energía, lo cual les ahorra mucho dinero.

Pero, quienes hacen uso de esta energía y pagan tarifas exorbitantes son los pobladores que se benefician, para ellos, el ahorro del costo de la energía no les aplica. Del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, el profesor Rodrigo Patiño Díaz, explica cómo es que la energía limpia termina siendo una pesadilla para los habitantes, es el marco de negocios que regulan estas emisiones que desbalancean a favor de los privados contra ciudadanos e incluso, el medio ambiente.

En el caso específico del Parque Dzilam Bravo, en Yucatán, que engloba lo que ocurre en la mayoría de estos parques en la península que se proveen de los fuertes vientos provenientes del mar. Dzilam cuenta con 28 generadores que producen 70 megawatts anuales, que proveen de energía eléctrica a 170 mil casas, generada con veletas de 125 metros de altura, por aspas de 100 metros de diámetro, girando casi a diario, con fuertes zumbidos.

Del parque es dueña la empresa Vive Energía, asociados con Envision Energy, compañía de origen chino, dedicados a fabricar aerogeneradores inteligentes. Dzilam Bravo-Eólica Golfo 1 inició operación en 2018 y durarán 20 años favorecidos por el contrato de renta de los terrenos donde se levantaron estos ventiladores, concretados en el 2013 con la Reforma Energética del sexenio de Enrique Peña Nieto, permitiendo transferir la riqueza de hidrocarburos al extranjero, además del beneficio económico.

Aunado a esto, el suelo que abunda en la península de Yucatán, es el suelo kárstico, que consiste en roca caliza, la cual se puede fragmentar y, estando tan cerca de la zona costera, el agua se filtra en los recovecos subterráneos en combinación con el agua de lluvia y huracanes. La zona es muy propensa a recibir estos efectos climáticos. Con el peso de los aerogeneradores, es por eso que tampoco es recomendable el tren Maya, el peso podría vencer al suelo y tendríamos tragedias como la de la línea 12 del metro en la Ciudad de México.

En más consecuencias ambientales, las aspas han provocado la muerte de aves endémicas como murciélagos polinizadores y migratorias, fragmenta el hábitat de los animales, genera contaminación visual y auditiva. Desde 2007, gracias pobladores y autoridades académicas, se creó un esquema de protección ecológica para los litorales de la península. En defensa de la fragilidad de los ecosistemas, han tratado de impedir la instalación eólica, entre otros proyectos que amenazan estos ecosistemas. Sin embargo, están perdiendo la batalla con las inconsistencias federales.

Más de 70 académicos desde entonces, están en contra de los cambios que han hecho contrarios al programa de protección que elaboraron, en contra tambien de las consultas y talleres con la población donde se llegaron a acuerdos para proteger ecosistemas y a los habitantes locales, se los está saltando el gobierno federal a diestra y siniestra desde sexenios atrás hasta el actual.

En resumen, la tecnología eólica y solar está en pleno desarrollo, pese a que no se dominan los campos en su totalidad, los beneficios que dan son bastos en distintas formas, no es como el gobierno obradorista ha tratado de mal informar en su propuesta energética. Sin embargo, es necesario hacer estudios eficaces sobre los mejores sitios para instalar estos tipos de energías y proyectos. En esto sin duda vale la pena invertir pues serán beneficios a mediano y corto plazo para los mexicanos. Nos hace falta mucha inversión científica y tecnológica, quienes manipulan a la perfección estos rubros, tienden a ser los países más desarrollados.

Si se empeñan en instalar proyectos al sur del país, las perdidas terminarán siendo mayores, todo lo invertido serán recursos perdidos. De nada vale basar nuestra economía en recursos obsoletos y dañinos con el medio ambiente e ir en contra de la tendencia mundial de descarbonización, perdemos inversión y cooperación tecnológica, dejándonos en el rango de países en desarrollo que no logran pasar de esa categoría. No es entregar nuestros recursos en charola de plata como es el caso de estos parques eólicos que no ven por la población, pero sí por las grandes empresas, es cooperar con quienes manejan de forma más avanzada las tecnologías.

El presidente tiene razón en querer proteger la autonomía mexicana, eso es indiscutible, pero tampoco se vale que satanice las tecnologías, la ciencia y los recursos sostenibles, por querer resucitar a los dinosaurios carbónicos como Pemex que, en su momento, dieron mucho para el país. Su tiempo ya fue.

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