Facebook traiciona la democracia: Frances Haugen, exingeniera de Facebook

(LeMexico) – La experta acusó a Facebook de priorizar ganancias a costa de la desinformación y el odio contra grupos disidentes a la nueva agenda global.

Como una denunciante anónima, Haugen presentó una queja ante fuerzas de la ley federal de EU, afirmando que mediante un análisis interno de Facebook se llegó a la conclusión que sus estrategias y acciones para combatir todo el odio y la desinformación son ineficientes. Ante la CBS News hace unos días, Haugen reveló su identidad y sostuvo su acusación contra Facebook de priorizar las ganancias por encima de los discursos de odio y la desinformación.

Ella fue ingeniera de datos en la unidad de Integridad Cívica de Facebook desde 2019 hasta hace unos meses. Ella censuraba información calificada de engañosa durante los comicios en EU el año pasado, su trabajo le encantaba y motivaba, pero, a causa de “las teorías de conspiración en línea” perdió a un querido amigo. Quizá tenga que ver con la creciente campaña de atracción infantil, la cual ha descuidado hasta el 45% de sus usuarios jóvenes.

En el tiempo en que laboró para Facebook copió miles de páginas de una investigación que se llevaba a cabo internamente en Facebook acerca de sus “logros” en la lucha contra los discursos de odio generales y la desinformación. En ella apuntaba que la compañía le miente cínicamente al pública haciendo creer que ha tenido avance progresivo en la tarea de enfrentar el odio, la violencia y la desinformación total en la plataforma.

“En el estudio la empresa puede combatir solo el 3-5 % de los comentarios de odio y alrededor del 0,6 % de las publicaciones que incitan a la violencia compartidas por los usuarios de la red social”.

Traducido al contexto actual: la comunidad LGBTQI+ y allegadas están seguras en Facebook, pero no sus opositores y/o religiosos -que no pertenezcan al Islam-.

Haugen señala que se trata más que otra cosa de un poderoso conflicto de intereses “entre lo que es bueno para el público y lo que era bueno para Facebook (…) se dieron cuenta de que si cambiaban el algoritmo para que fuera más seguro, la gente pasaría menos tiempo en el sitio, haría clic en menos anuncios y [la empresa] ganaría menos dinero”. Por ende, después de noviembre del 2020, los sistemas de seguridad contra la desinformación y el odio fueron levantados al igual que la de los anuncios. Ella supone que esta medida “coadyuvó a los disturbios en el Capitolio de EU el pasado 6 de enero“.

Facebook se limitó a responder -igual a CBS- que habían tomado todas las medidas a su alcance para eliminar el contenido dañino, incluidos “movimientos sociales militarizados” y “decenas de miles de páginas, grupos y cuentas de QAnon“.

Es de conocimiento público que Facebook permite discursos de odio, campañas de veneno, clickbait, falsedad de información e incluso amenazas de muerte, son algunas cosas que Facebook permite contra ciertos grupos. Así lo reveló Ryan Hartwig, ex moderador de contenido para Cognizant, compañía para la supervisión y control manual de contenido; él cuenta cómo su empresa, en conjunto con Project Veritas, “cuidaban y defendían” el derecho de libre expresión en Facebook, haciendo de la plataforma “un lugar seguro para todos”.

Si bien, Facebook tiene políticas normativas al respecto de desnudos o violencia -general- y discursos de odio -limitantes-, no quieren aceptar que sus políticas están apestadas de favoritismo y proselitismo progresista. “Trataban de fingir que las reglas eran justas, tanto para la izquierda y los conservadores, pero no era así”, son las palabras de Ryan, desmontando la fachada de justicia y protección que tiene Facebook.

Ryan comenta:

“Contra el colectivo LGBTQI+, no se permite nada: memes, comentarios negativos, discursos de odio, discursos a través de identidades religiosas o sociales, todo lo que tenga que ver para defenderlo, sí es permitido. Pero, al contrario, todo es permitido contra estos otros grupos, incluso hasta puede provocarse: discursos de odio y amenazas de muerte hacia pastores o religiosos”.

Las sanciones van desde: eliminar contenidos, restringir publicaciones, suspender cuentas o cierres de las mismas.

Hay un ejemplo que cuenta Ryan acerca del favoritismo que tiene Facebook. El término “trumphumper” en inglés es el equivalente a “alguien que tiene sexo con Trump” y se entiende como un manifiesto muy marcado contra los simpatizantes de Donald. Es un término muy usado y se deja en Facebook, pero el término “feminazi” que se entiende de la misma manera, al ser de esta “nueva izquierda”, se borra.

A diario hay censura por publicar opinión con tono derechista, mientras que el contenido insultante, ofensivo e impositor de izquierda pondera los muros de las personas en Facebook. A los moderadores de contenido en Facebook se les da un entrenamiento y guías para censurar específicamente contenido de derecha y conservador. En esta guía habla del permiso de ofensas y amenazas de muerte a grupos y personajes que son catalogados como “personajes de odio”. Un ejemplo es el Inglés Tomy Robinson, que está en contra de la inmigración de musulmanes, considerando que traen problemas y está cambiando la cultura.

También, aparecen grupos simpatizantes de Donald Trump, grupos cristianos, grupos anti inmigración y grupos racistas. Ahora, el término racista en Facebook está malversado, indica Ryan. Grosso modo, Ryan revela que Facebook tiene un control desequilibrado al respecto de lo que se publica.

Lo que sí está muy claro y en lo que ha mejorado gratificante y satisfactoriamente es en su campaña contra el racismo y xenofobia. El año pasado la empresa informó la eliminación de más de 2,000 cuentas, páginas y grupos de esta red social por xenofobia, racismo y desinformación.

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