¿Teletrabajo o ir a la oficina? Esa es la cuestión

(LeMexico) – ¿Aceptarías realizar tu trabajo en casa ganando menos de lo que ganas hoy día? Muchas personas lo están haciendo.

Numerosos empleados de distintas áreas afirman que el “home office” les ha ayudado a encontrar un equilibrio personal y profesional aceptando incluso la reducción de su sueldo por mantener esa forma de vida.

Debido a la pandemia de coronavirus, las empresas potenciaron el teletrabajo, diversos sectores se mudaron a las casas de los empleados y, al parecer, allí dejarán las oficinas. Tal es el ejemplo de la firma de consultoría y auditoría financiera PwC, que permitió a 40.000 empleados en Estados Unidos la posibilidad de seguir trabajando desde casa.

Esta política empresarial podría beneficiar en los costos de operación de la empresa, pues requerirá a lo mucho tres días al mes la presencia de sus agentes. Esta medida viene con un recorte salarial “justificado“, al igual que en Google.

Para Apple, la situación no es la misma, pues la gerencia espera reabrir sus oficinas en un futuro cercano pero sus trabajadores reclaman la opción de trabajar de forma remota a tiempo completo y de manera indefinida. Las renuncias, demandas y críticas públicas han llevado a los ejecutivos de Apple a la siguiente afirmación:

“Las grandes ideas nacen de la interacción personal, algo que no se puede lograr con personas trabajando a distancia”.

Pero, obviamente, Apple -como todas las empresas- mira por sus logros y crecimiento pasando por encima de sus trabajadores. Ellos aseguran que esta forma de trabajo:

“Ha sido una bendición, pues les ha ayudado a encontrar un equilibrio entre la vida profesional y personal. Pasan más tiempo con sus seres queridos, reducen considerablemente el tiempo muerto -que ninguna empresa paga- pues ya no tienen que destinar entre dos o cuatros horas diarias para desplazarse a la oficina y de vuelta a casa. Además, pueden mudarse a lugares donde el costo de vida y la vivienda es más bajo que en las grandes zonas urbanas donde comúnmente se encuentran las sedes de compañías como Apple”.

Desde el 2019 se discutía para que el “home office” sea una nueva prestación laboral, el 19 de julio del año en curso se aprobó la ley federal del trabajo artículo 311 que da entrada a esta modalidad, pero debido a las lagunas de la regulación aún no es obligatorio en todas las empresas. Esta medida sin duda impactará el medio ambiente, tráfico y sobre todo, a la clase trabajadora.

Las ventajas notables se entienden desde el rendimiento laboral, la mejora en la calidad de vida, la motivación y creatividad al momento, el cuidado al medio ambiente así como el clima laboral y un aumento a la responsabilidad con la empresa. En conjunto, evitará o aminorará la carga de juntas innecesarias, reducirá la monotonía y volverá -o al menos debiera ser- más productivos a los trabajadores por el tiempo ahorrado en el transporte y traslado.

Pero, esto no le gusta a las empresas, porque eso incluirá un aumento en el salario para el apoyo del soporte de gastos que ahora se ahorran porque sus empleados los absorben directamente, como lo son pago de herramientas de trabajo, luz, internet, entre otros. El experto fiscal, Albert Miranda, socio fiscal y legal de Deloitte y Germán de la Garza de Vecchi, líder legal de Servicios de Deloitte indicaron al respecto:

“En efectivo le quitas el bien fungible, además de que puede ser deducible para el patrón (…) ahora todos convertimos una parte de la casa en oficina, estas herramientas de trabajo derivadas del teletrabajo no son ingresos. La LFT obliga a hacer estos pagos para el teletrabajo más todas las prestaciones.

Por ellos ya tiene todos los requisitos para poder hacerlo deducible con la misma ley que deducen el aguinaldo pueden hacerlo para la entrega de insumos -y agregaron- en términos generales debe existir un contrato, no puede ser vista como actividad ajena a la Ley Federal del Trabajo y deberá ir de acuerdo con la ley, con jornadas de trabajo. Algo innovador es el derecho a la desconexión que implica que una vez concluida la jornada no tiene obligación de contestar correos, llamadas y es un derecho de la vida moderna para garantizar la calidad de vida de los trabajadores”.

Sin duda, el home office debe ser planteado correctamente y considerado bajo el rigor de la ley en beneficio y atención al trabajador con responsabilidad empresarial y no al revés.

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