Hablemos de Micromachismos y lo presente que están en nuestro día a día

(LeMexico) – Un micromachismo es una forma instaurada de violencia de género que incluye estrategias, gestos y actos de la vida cotidiana que son sutiles, casi imperceptibles, pero que se perpetúan y trasmiten constantemente, tanto de formas consciente como inconsciente.
La vida cotidiana está llena de ejemplos más sutiles (aunque no menos horribles) de discriminación hacia nosotras.
- Que digan “seguro estás en tus días” cuando te enojas por algo.
- Aquí está su cuenta, joven, o sea, que en los restaurantes y bares siempre le lleven la cuenta a tu acompañante hombre, aunque tú vayas a pagar.
- Que se asuma que las mujeres vivimos eternamente preocupadas por nuestro peso y que cada vez que comemos algo rico estamos “rompiendo la dieta”.
- Que los hombres digan que “ayudan” en las labores del hogar, cuando corresponde el mismo trabajo que a los demás.
- Que no te dejen tener novio o novia, ni salir de noche, pero a tu hermano sí.
- Que casi todos los cumplidos que te hagan tengan que ver con tu apariencia física.
- Que los hombres se disculpen cuando dicen groserías frente a ti. Bitch please.
¿Cómo enfrentarlos?
- Exigir una formación en feminismos.
- Desaprender y cuestionar lo que ya se tiene asumido.
- Siempre se pueden aprender, nunca es tarde.
- Desmontar los estereotipos y roles de género, de belleza u maternidad.
- Hay que hacerlo notar cuando se detecte.
- Con formas amables y humor más eficaz hacer cambiar el comportamiento.
- Practicar la sororidad y dejar de ver a las mujeres como rivales.
- Participar en algún colectivo o asociación y proponer temas feministas.
Ni normalizo los micromachismos, ni me quedo callada.