¿Por qué celebramos el Día Internacional de la Paz?
(LeMexico) – Cada año, el 21 de septiembre se festeja el Día Internacional de la Paz a nivel internacional. La Asamblea General declaró esta fecha como el día dedicado al fortalecimiento de los principios en aras de la paz, a favor de enmiendas como la no violencia y alto el fuego.
¿Por qué festejamos el Día de la Paz?
En 1981, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la resolución 36/67 que declaraba el Día Internacional de la Paz. Veinte años después, en 2001, la Asamblea General aprobó la Resolución 55/282 que designaba el día 21 de septiembre de cada año como el Día Internacional de la Paz, declarando esta fecha día consagrado al fortalecimiento de los ideales de la paz, tanto entre todas las naciones y todos los pueblos como entre los miembros de cada uno de ellos.
El propósito de estas acciones, según las Naciones Unidas, es permitir que todos pasen un día con goce de paz y no violencia.
En el Día Internacional de la Paz, la gente debe reunirse en una muestra de solidaridad. Unirse a nosotros o nosotras es una muestra de celebraciones y en la toma de resoluciones para cada uno de nosotros o nosotras para hacer nuestra parte en el trabajo hacia la sostenibilidad ambiental.
¿Cuál es la anatomía de un constructor de la paz?
- Trabajador: Las y los constructores de paz no se desaniman cuando el cambio no es inmediato. La paz es un desafío que aceptan, incluso cuando se enfrentan a dificultades.
- Creativo: Las y los constructores de paz están dispuestos a intentar nueva e innovadoras formas de promover la paz en sus comunidades y en el mundo.
- Pacífico: Los constructores de la paz están comprometidos a prevenir la violencia y transformar el conflicto en una oportunidad para un cambio positivo.
- Emprendedor: Los constructores de la paz hablan, se ponen de pie y toman medidas. Creen que la paz comienza dando un paso práctico para construir un mundo pacífico.
- Indulgente: El camino hacia la paz requiere compasión y empatía, y una disposición a dejar ir la ira y el resentimiento.
En cuanto al conflicto, es una de las categorías más amplias y difusivas de la vida social porque toda dinámica social es integración o conflicto y, es más, el hecho que no existan sociedades totalmente y establemente pacificadas, significa que la vida social es las dos cosas juntas. Es posible que el desorden convive permanentemente con el orden social y que la pugna u enfrentamiento es una constante permanente, aunque variable en las formas o quehacer cotidiano.
En cambio, existen personas de distintas culturas que conviven todos los días, en todas partes del mundo. La mayoría tenemos cosas en común, que nos unen con grupos muy diferentes al nuestro. Amar lo que somos no implica odiar lo que no somos o a los/las que son distintos u distintas. Podemos vivir con nuestras costumbres y tradiciones, y al mismo tiempo aprender a valorar las enseñanzas de otros.
