Ambientalistas piden intervención federal contra Elon Musk al sur de Texas

(LeMexico) – Los ambientalistas consideran que las instalaciones de SpaceX podrían estar causando daño ambiental en la zona protegida de la Lagua Madre, santuario ecológico de arrecifes hasta Harlingen, en Texas.

Los pobladores de estas zonas, se recuperan apenas de los embates de las lluvias de la tormenta Nicholas, en las costas al sur de Texas, reanudando las actividades en el Puerto Isabel o mejor conocido como la Laguna Madre. Además, su economía no ha estado del todo bien, pues al prohibir la entrada de los mexicanos hay menos turismo.

Activistas pidieron a la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos que intervenga contra las instalaciones de Elon Musk por un posible daño que la actividad aeroespacial pudiera estar generando en esta zona del santuario ecológico. El lugar de ensamble y lanzamiento de las naves espaciales de Space X se ubica en un sitio llamado Boca Chica, que inicialmente llenó a todos de entusiasmo y esperanza para recuperarse económicamente atrayendo inversión y turismo.

Sin embargo, los ecologistas de SaveRGV, que significa: Salva a Rio Grande Valley, enviaron una carta a la agencia de regulación federal para que publiquen el estudio de los posibles daños e impacto negativo que los lanzamientos podrían causar. Y es que no hay que ser todo un experto para preguntarse: ¿A dónde van las emisiones de gases que se generan en cada uno de los lanzamientos? La quema de combustibles que allí se llevan a cabo es impresionante y los cohetes no se llevan consigo fuera del espacio esta contaminación.

Durante el lanzamiento, lo cohetes emiten de 4 a 10 veces más óxidos de nitrógeno, ni una planta de energía térmica emite lo mismo en el mismo tiempo, que va de los 15 a 20 minutos. El daño que causan a la atmósfera ni siquiera equivale a los gases más dañinos que son los clorofluorocarbonos, que adelgazan la capa de ozono año tras año, además, no puede faltar la presencia del dióxido de carbono.

Aún tenemos una comprensión muy leve de los efectos de la aeronáutica espacial. El problema es que los científicos deben enfocarse en ver las consecuencias que cada lanzamiento y actividad aeroespacial genera, para que los organismos federales y mundiales reguladores intervengan. Por lo general, científicos, ingenieros y técnicos están del otro lado, en el desarrollo de esta naciente industria.

De cualquier forma, la SaveRGV, asegura que además del daño ecológico, podría ocurrir un accidente al momento del despegue o en el lanzamiento que podría causar destrucción en las marismas o zonas de litorales y mantanosos que son ricas en fauna, aves y especies animales. Allí se encuentra también el santuario de aves Laguna Atascosa National Wildlife Refuge.

Los ambientalistas exigen el estudio, similar a los MIA en México, para conocer todas las implicaciones del establecimiento de Space X en esta zona. Esto implica cada uno de sus lanzamientos, así como el enorme cohete Starship que se está construyendo para ser el primero que llegue a la Luna y posteriormente a Marte. Está a muy corta distancia de la frontera con México, así que, algo de ese daño nos llega.

Es muy probable que el organismo federal no emita juicio alguno, pues, ¿quién va en contra de los millonarios? Pero si los ambientalistas no quitan el dedo del renglón, esto podría escalar para llegar a la Agencia de Control al Medio Ambiente, donde ojalá sí tomen este caso en sus las manos.

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