No es para “joder” al Gobierno federal… su megaproyecto está mal planeado: comunidades indígenas

(LeMexico) – Fonatur ha tratado de desacreditar las protestas indígenas y de los habitantes del sur del país que, tras la victoria para que el megaproyecto no pase por Mérida, continúan contra el mal llamado tren Maya.

Aunque por unos instantes, comunidades indígenas y habitantes de Los tres barrios sintieron el poder de la victoria gracias al fallo a su favor de los amparos interpuestos en 2020 para que este proyecto no pase por donde están sus hogares, siguen en pie en la lucha contra el megaproyecto insignia de Andrés Manuel López Obrador. Esto, debido a las razones que todos sabemos y que las entidades federales se han hecho de la vista gorda para esclarecer: mala planeación, violación de los derechos indígenas y desastre en el medio ambiente.

El distinguido presidente de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, ha declarado al respecto que son ganas de “joder” al presidente, refiriéndose en específico a la organización Indignación, que representa a los pobladores de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya “Múuch’ Xíinbal” y el Colectivo “Chuun t’aan Maya”. Esto, después de que el presidente realizara el fin de semana una gira que inicio por Campeche, siguió en Mérida y finalizó en Quintana Roo, para supervisar las labores de su tren.

Los pobladores inconformes se hicieron presentes en diferentes puntos para su encuentro y que Obrador vea de viva voz su protesta. Pues ellos saben que el poder judicial ha estado de su lado con los amparos para detener la obra y coinciden en opinión, además de responder a las declaraciones de Jiménez Pons:

“Está mal planeado, hecho al vapor y viola nuestros derechos humanos, por lo que sólo tratamos de evitar que el que nos ‘joda’ sea el tren de su jefe.”

El descontento de Jiménez Pons, por lo que se le ha ido la boca de más, es en primer lugar porque la semana pasada no le quedó más remedio que aceptar el desvío de la ruta sobre el centro de Mérida a una opción circundante por el Periférico San Francisco.

De acuerdo con lo que declaró, se ahorrará más de 2 millones de presupuesto, pero es muy notorio que ni ese ahorro lo pone de buen humor. Explicó que, aunque poseen los terrenos donde se construiría la estación de La Plancha en Mérida, no será sino hasta dentro de 5 o 7 años que puedan llevarse a cabo esta estación a la altura de Teya, gracias a los litigios.

Pedro Regalado Uc, habitante yucateco miembro de “Múuch’ Xíinbal”, habló con el medio Sin Embargo después de una de las declaratorias de Jiménez Pons donde desacredita su movimiento llamándolo de “extrema derecha” lleno de politiquillos. Regalado Uc, aclaró:

“Nosotros no sólo peleamos para que se desvíe la ruta del Tren, estamos luchando para que se cancele el proyecto porque, además de afectar nuestro territorio, bienes culturales y no tener una Manifestación de Impacto Ambiental completa sobre los polos de desarrollo ni un Proyecto Ejecutivo, va a traer un incremento a la inseguridad a través del narcotráfico y trata de personas.”

En Yucatán, en marzo, la jueza del Cuarto distrito, concedió tres suspensiones definitivas para el tramo 3 que va de Campeche a Izamal, resultado de los amparos de las asambleas ya mencionadas, los cuales apelan justo a este punto que sigue sin ser esclarecido, que es el de los Manifiesto de Impacto Ambiental, no están completos, no hay acciones de preservación y cuidado ecológico, no integran todas las variables de riesgo y muchas partes de los documentos fueron omitidas en las reuniones con las comunidades indígenas, así como para la Ley de Transparencia.

Debido a esto, la jueza actuó bajo el principio de advertir, regular, controlar, vigilar o restringir aquellas actividades que son riesgosas para el medio ambiente y que no se sabe con certeza el impacto que tendrán, dado que en el MIA no lo específica, además de que el proyecto atenta contra el bienestar y el derecho de un entorno y medio ambiente saludable para las futuras generaciones. Lo lamentable es cómo pese a ello, Fonatur hace caso omiso de estas suspensiones, alegando que los trabajos que realizan no son de construcción sino de mantenimiento de vías, y con ello, han continuado trabajando inclusive en tiempos de pandemia, aunque la construcción no es una actividad primaria.

La ultima suspensión sí contempla el cese de actividades de obras nuevas, que es lo que han estado haciendo, no mantenimiento, pero para Fonatur y Andrés Manuel López Obrador las leyes y su “amado” pueblo se los siguen pasando por el arco del triunfo.

Lo que es seguro es que los amparos y obstrucción no pararán, nuestros hermanos originarios seguirán en resistencias pese a que quieran desacreditar sus movimientos. Pues no es progreso el atropello y mantenimiento del cacicazgo en esta región, todo lo contrario, no se deje engañar amigo lector.

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