Cerdos contra el desarrollo y bienestar del sur de México

(LeMexico) – Mauricio Vila, actual gobernador de Yucatán, junto con las empresas porcícolas Kekén, PAPO y Grupo KUO, Granjas Caroll de México, Promotora Comercial Alpro y Kowi Foods han amedrentado a pobladores que se oponen a la contaminación de cenotes y destrucción de la selva al sur de México.

Los Mayas, pueblo ancestral de grandes aportes a las raíces mexicanas, hoy, pareciera que quieren ser borrados del mapa de México, pues no sólo enfrentan el mal llamado tren Maya, desde hace años libran una imparable batalla contra quienes quieren profanar sus recursos naturales. Aceleradamente, se ha dado un auge en la creación de granjas de crianza de cerdos, toros y vacas, entre 40 mil y 50 mil cabezas por sitio, para cubrir la demanda del país y de China.

Esta proliferación de megagranjas, viene desde el 2018, cuando la primera de la empresa Producción Alimentaria Porcícola, se puso en marcha gracias a un permiso de uso de suelo otorgado en 2016 por la presidencia municipal de Yucatán en Homun. Desde entonces, surgieron 257 granjas, al día de hoy hay más de 400 que no cumplen con medidas sanitarias ni registros adecuados para operar.

Los yucatecos, sin importar la edad, al ver la destrucción de sus selvas y del el Anillo de Cenotes de la Península de Yucatán, se manifestaron en contra de estas acciones ecocidas. En 2015, en Kinchil, la empresa Kekén vertió en la laguna del pueblo, excremento y orines de puercos, dejando graves problemas de salubridad y atentando contra la apicultura local, que es una de las actividades económicas más importantes e históricas de la región. Kekén, se lavó las manos al respecto.

Un año antes de esta primer mega granja en Homun, 2017, los pobladores hicieron su propia consulta pública logrando frenar la puesta en marcha, con el argumento de que esta vulnera sus derechos y atenta contra sus fuentes de ingresos, que es el ecoturismo en estos cenotes. En 2018, seis niñas y niños presentaron su demanda formal ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pidiendo que esta detuviera las granjas ya que representan un riesgo para su salud. Fue hasta mayo del 2018 que la corte falló su favor, gracias a la sentencia de suspensión de la jueza Miriam de Jesús Cámara Patrón, basándose en el principio precautorio.

El principio precautorio dicta que no hay que esperar el daño e impacto de cualquier actividad que represente un riesgo al medio ambiente, ya que es muy probable que estas sean irreversibles. Es por ello que la decisión de la jueza es histórica. Primero, porque los pueblos mayas están cobrando voz y fuerza ante sus protestas. Segundo, es debido a que los 21 pueblos más de Quintana Roo, Campeche y Yucatán se unieron para presentar una denuncia popular ante las autoridades ambientales contra estas granjas, representados por el Equipo Indignación.

Sin embargo, en mesas de diálogo de la a asociación Ka’anan Ts’onot, Guardianes de los Cenotes, han sido amenazados por representantes de la empresas y del gobierno estatal: “si quiero te cierro los cenotes“, es la amenaza constante. En septiembre de 2018, la Profepa, con ayuda de policía estatal, colocaron sellos de clausura en 5 cenotes pertenecientes a la asociación. Desde entonces han sido amedrentados y amenazados.

Kekén quiso taparle el ojo al macho en 2019 en Maxcanú, cerca de una de sus granjas, dando atención médica gratuita, aprovechando que la población de este estado no habla español fluido. Les daban consultas y medicamentos gratuitos y, al finalizar el servicio, les pedían que pusieran su nombre y firma en una hoja en blancocomo registro de quienes recibieron el servicio”. Hasta el momento, la empresa no ha dado muestras del uso de estas firmas, pero para los habitantes, queda claro que únicamente dieron este servicio ya que dicha granja no entregó Manifiesto de Impacto Ambiental ante Profepa.

El 19 de mayo del presente año, nuevamente en la corte, se trató este caso esta denuncia. El fallo fue una vez más mantener la suspensión de operaciones en la granja y el cierre de 4 de estas mega granjas piscícolas. Nuevamente, fueron a cerrar cenotes, esta vez por parte de la Secretaría de Salud con ayuda del despotismo de la policía del estado. El argumento fue que no contaban con el permiso para la venta de bebidas alcohólicas y que encontraron una mosca, tal y como lo lee, una mosca. Estos cenotes son de José May, propietario del parador turístico de Santa Cruz y Santa Rosa y de Gabriel Cabrera Pech, ambos, representantes de la mesa directiva de los Guardianes de los Cenotes.

Maxcanú, Kinchil, Opichén, Kinchi y Homun son algunos de los pueblos que salieron brevemente de un estado de marginación gracias al ecoturismo que en los cenotes se puede hacer. Llega la pandemia y deben cerrar sus centros ecoturísticos de ingresos, sufriendo un grave revés económico, reabren en este año y sucede esta clausura y, como muestra de su voluntad férrea ante las amenazas indirectas de Mauricio Vila, decidieron hacer un cierre de 3 días, en apoyo solidario a los paraderos de May. No van permitir que sigan proliferando estas granjas con intereses económicos y políticos corruptos de por medio.

Han surgido algunos documentales respecto a esta problemática, entre ellos el de Una laguna negra, que trata el caso de Kinchil; La carne que come el planeta de Greenpeace; El atlas de la carne de la Fundación alemana Heinrich Boell, por mencionar algunos de los más conocidos. Y la problemática sigue igual, se siguen otorgando permisos sin MIAS por parte de los gobernadores estatales a quienes no les importa el daño que están causando a la reserva de agua más grande del país. Aunado a esto, en los municipios yucatecos de Seyé, Acanceh, Timucuy, Cuzama, Tekit, Tecoh, Hoctún, Hocabá, Xocchek y el mismo Homun, los cenotes están siendo tiraderos de basura clandestinos.

En Maxcanúm Celestún y Kinchil, mañana realizarán una consulta indígena por parte del Consejo Maya del Poniente de Yucatán Chik’in ja, en Celestún, para ellos determinar si dan a seis de estas granjas piscícolas su permiso para operar. Esperan impacientes a que esto suceda, ya que, en la fase informativa, los habitantes recibieron amenazas del propio comisario de San Fernando, acompañado de empleados de la empresa Kekén. Ya se ha pedido apoyo policiaco al alcalde del municipio. En Izamal, son ahora 60 los niños que se enfrentarán en la corte contra la granja Kancabchén II, con una capacidad de 24 mil cerdos, perteneciente a la misma compañía.

Se suman las protestas a lo largo de los estados del sur, nuestros hermanos originarios están enfrentando duras batallas por sí solos. El resto de nosotros enmudecemos para darles apoyo en este tema y la imposición federal del tren Maya. Pero para disfrutar de la riqueza natural de estos estados sí nos hacemos presentes, ¿o no? Recordemos que, en 2009, el Anillo de Cenotes de la Península de Yucatán entro a la lista Ramsar de humedales, calificación que promueve acciones nacionales e internacionales de cooperación y conservación de estos, debido a la vital importancia de su existencia para la vida en el planeta.

En el 2013, se le decreto como Área Natural Protegida por el esto, lo cual significa que está prohibido cualquier actividad no compatible con este ecosistema. En toda la península hay suelo kárstico. En él se filtra el agua de los cenotes, es decir, que están conectados el uno con el otro debido a corrientes internas. Por lo tanto, los orines, excremento y basura que en se arroja van a parar tarde o temprano en los cenotes ecoturísticos las reservas de agua potable para consumo humano o animal.

Nadar en uno de estos cenotes, es una verdadera delicia. Además, representan el regreso al útero de la madre tierra, del planeta, del cual parte toda la vida que hay. Es una experiencia energética muy potente. Para que en tus próximas vacaciones a la península no andes con la preocupación de si el agua en la que nadas ya hay contaminantes dañinos para tu salud, únete a la protesta de los pueblos originarios ante las autoridades, exige a @PROFEPA_Mx y @SEMARNAT_mx que velen por la riqueza natural de México.

Back to top button