¿Hidalgo aprueba el aborto pero declara las peleas de gallos como Patrimonio Cultural Inmaterial?

(LeMexico) Maltratar o agredir físicamente a los animales o someterlos a cualquier otra práctica que les provoque sufrimientos o daños injustificados, no tendría porque estar permitido. El Congreso local del estado de Hidalgo determinó que las peleas de gallos es símbolo de la identidad nacional y estatal, considerándolo patrimonio cultural inmaterial.

Las peleas de gallos están asociadas a actividades delictivas y a un submundo marginal, considerándose una práctica ilegal por el sometimiento y daño que ocasiona a los animales que ponen en pelea, derivado del gusto y complacencia humana.

Hidalgo se suma a Aguascalientes, Nayarit, Tlaxcala y Zacatecas que ya declararon las peleas de gallos como patrimonio cultural inmaterial. Con 20 votos a favor, cuatro en contra y una abstención, los diputados del Congreso de Hidalgo otorgaron el consentimiento para el decreto.

¿Qué es el patrimonio cultural inmaterial?

De acuerdo con la definición de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO):

“El patrimonio cultural no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional”.

En otras palabras, es aquello que se identifica como tradicional, contemporáneo y viviente a un mismo tiempo, integrador, representativo y basado en la comunidad.

Recientemente, Hidalgo había obtenido una estatuilla o reconocimiento por ser la tercera entidad en legalizar el aborto. Sin embargo, tras está última decisión, la duda vuelve a surgir y cuestionar si realmente es un estado progresista en aras de los derechos de todos los seres vivos.

Para vislumbrar o poner en contexto al receptor, las peleas de gallos normalmente son a muerte y se emplean navajas, garantizando el perder la vida de manera cruel o despiadada. Éstas suelen durar entre 3 y 5 minutos. No suficiente, en caso de que el gallo se abstenga o huya de la pelea, las aves se vuelven a encarar hasta declarar un perdedor.

Este tipo de prácticas provocan en estas aves graves lesiones físicas y alteraciones emocionales que deberían tenerse en cuenta. Su prohibición y completa eliminación es la única respuesta al problema. Instamos a las autoridades gubernamentales replantear y sancionar a quienes sigan practicando esta vil acción.

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