Biodiversidad y cambio climático deben ir de la mano

(LeMexico) – Puede que para una agenda política el separar estos problemas funcione, pero la realidad es que ambos van de la mano, son consecuencias de la crisis climática que hemos propiciado, informó el IPCC y el IPBES.

Esta es la primera ocasión que se presenta un reporte con ambas temáticas juntas por parte de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas y el Panel Intergubernamental de Lucha Contra el Cambio Climático. La tendencia política por separar la pérdida de la biodiversidad y el cambio climático propicia la comprensión errónea de la conexión que hay en ambos.

Una de las conclusiones a la que llegan 560 expertos, quienes participaron en este estudio, es que la adaptación de los ecosistemas a los cambios climáticos antropogénicos está siendo superada, ya que es muy rápida e incesante, no le da tiempo de respuesta. Para entender la relación en ambos temas, está la deforestación, por ejemplo, en Argentina, quienes presentan un problema serio, como en toda América Latina, la pérdida de miles y miles de hectáreas de bosques.

La pérdida de los bosques implica un cambio de uso de suelo. Se pierde la riqueza mineral del mismo y especies animales y vegetales que pierden su espacio. Es decir, la biodiversidad de árboles y otras plantas, encargados de hacer la absorción del dióxido de carbono y la liberación de oxígeno, vital para la vida.

Los monocultivos para hacer el biodiesel perjudican a la biodiversidad, es una protesta de pueblos indígenas que lleva más de una década, pues destruye las selvas tropicales. Las comunidades locales son desplazadas para adentrar arboles como pino, palma, eucalipto, caucho, aceitera y jatrofa. El introducir especies no nativas es igual de dañino, sigue desplazando especies animales a altitudes mayores en búsqueda de alimento, su hábitat, dejando a esta zona sin los servicios ambientales que estos animales o plantas proveen y que son fundamentales para el equilibrio ecológico.

La economía también tambalea gracias a estas problemáticas, pues la agricultura ha sido por milenios base de esta. Si la agricultura se quedara sin polinizadores, llámese abejas, murciélagos, mariposas, monos, ardillas, y un sinfín de animales, no habría cultivos, no hay cosecha, no hay que comerciar ni exportar. La humanidad no tendría alimentos naturales y sanos para el organismo, enfermaríamos aún más ahora con el alimento.

El planeta se calienta cada vez más, el peligro para la naturaleza es mayor, para la alimentación y la disposición del agua, como lo que estamos viviendo en México, escasez. Y no sólo este ciclo, también el del nitrógeno y carbono, todo se relaciona, no estamos exentos a sentir la devastación que ahora aqueja a la madre tierra.

El océano, como ya hemos comentado antes, es el mayor absorbente de dióxido de carbono. Ha estado absorbiéndolo en exceso, lo que ha provocado la acidificación que daña peces y corales. Hasta ahora han sido pocas las especies que se han perdido por el calentamiento global, pero el registro fósil indica que, con la tendencia actual, perderemos el 90% de las especies, una extinción masiva de especies marinas.

Pero, como ya saben, gracias a la nota que les dimos en LeMexico, sobre el Día Mundial de los Océanos y la propuesta de la ONU para esta década, se busca subsanar los ecosistemas. Es un paso que nos ayudará, pero no es sólo responsabilidad del gobierno, todos como empresas y ciudadanos, pues el daño lo hemos causado todos.

La mayor parte de la población, el 75%, vive en las ciudades, para estas zonas proponen realizar infraestructuras verdes para resarcir las olas de calor. Además recordemos que Ciudad de México se está calentando más que el resto de la república, por lo tanto, es una propuesta muy útil contra el calor y las inundaciones. De cualquier forma, las propuestas de valor se siguen esperando, todo suma y sobre todo la participación.

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