La falta de electrolineras por la reforma obradorista es una fuga de inversión e ingresos a los comercios
El problema no es la falta de interés en vehículos eléctricos, sino la falta de infraestructura de recarga que hace inviable su uso.
Jorge Vallejo, presidente de Mitsubishi Motors en México
En el 2012 había una comunión y trato cordial entre CFE y la inversión extranjera, en específico Nissan y BMW, quienes invirtieron 13 millones de pesos en la instalación de estaciones de recarga para vehículos eléctricos. La primera, con gran fanfarria, fue inaugurada en la fuente de Cibeles, colocada en el mismo año, para dar servicio al Leaf e i3, los autos eléctricos de estas automotrices respectivamente.
La idea de que tu auto se cargue mientras vas de compras, al cine o de compras era fructífera por donde lo viéramos y, con esta encomienda, se empezó la instalación en centros comerciales, parques y avenidas de gran concurrencia. Para el 2017, la Ciudad de México contaba con 600 públicos, en el 2018 ya teníamos 900 gracias al fideicomiso para la Transición Energética y el Uso Sostenible de la Energía, pero llegó la cuarta transformación.
Las estaciones de recarga hoy en día están sucias y descuidadas, los espacios verdes en los estacionamientos de centros comerciales son ocupados por autos convencionales impidiendo que quienes cuentan con autos eléctricos puedan cargar sus autos en lapsos mayores a una hora. La aplaudida estación de la fuente de Cibeles fue retirada por trabajos de remodelación y no la han vuelto a poner.
Del 2016 al 2020, la compra de vehículos eléctricos pasó de ,47% a un 2,34%, hay interés en la población, pero no se les provee de una infraestructura que soporte esta elección y la derrama que esta conlleva. El argumento de venta que han utilizado hasta el momento las automotrices con modelos eléctricos es que no es necesario recargarlos en la calle, basta con cargarlo en casa y salir a sitios cercanos a la ciudad. La realidad es que la capacidad económica de estos consumidores les permite tener otro modelo de gasolina, por lo tanto, no se puede ver un descenso significativo en la emisión de dióxido de carbono.
En Asia y Europa, las automotrices ya cuentan con un ultimátum por parte de los gobiernos a que limiten y eliminen autos que usen gasolina, específicamente en Francia estará prohibida la venta de estos vehículos en 2040, en Reino Unido para el 2030 y en Japón para el 2025. Con esto Hyunday, Toyota, General Motors y Volkswagen, trabajan a marchas forzadas para sacar sus modelos eléctricos, invirtiendo millones en desarrollo de componentes y baterías eléctricas. Esa es la tendencia global.
En México, el presidente quiere seguir impulsando gasolineras y los grupos automotrices tienen que adaptarse, no por mucho tiempo, pues necesitan para sus usuarios colocar centrales de recarga en carreteras y reactivar los que ya están colocadas en la ciudad. Lo que les ayudaría sería tener en primer lugar las políticas de gobierno claras, que les ayuden a incrementar su red de centrales de recarga en todo el país.
Nuestro gobierno aún no endurece las medidas de la venta de autos como en otros países, pero si está en tus posibilidades, ¿te comprarías un vehículo eléctrico? Es un hecho que esta falta de claridad para las empresas hace que no lleguen sus productos más actuales y con tendencia ecológica, por lo tanto, son más caros. ¿En cuánto tiempo crees que se abaraten estas tecnologías sin contar con un periodo fijado por el gobierno federal?
