Supervisión del tren Maya y la crisis hídrica en Campeche, el discurso socarrón del presidente este domingo

(LeMexico) – Sembrando vidas ha sido una de las causas del incremento en el porcentaje de la tala de árboles en el país y el presidente alienta a los sureños a continuar con el programa por el cual reciben $4,500 mensuales

Por medio de su Twitter, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ayer emitió un comunicado desde las ruinas arqueológicas de Xpujil en Campeche. Informa que, en su visita de supervisión de las obras, desde diciembre del 2020, que se le dio la concesión de las obras al ejército mexicano, este se comprometió a doblar turnos y dar horas extra, para que el proyecto del presidente quede de acuerdo a su estimación en el 2023.

Según los datos de López Obrador, con el Tren, los 15 a 17 millones de turistas de otras latitudes que visitan Cancún podrán llegar a las joyas arqueológicas en todo el estado de Quintana Roo y de Tabasco, Chiapas, Campeche y Yucatán por medio de este trasporte. Él asegura que el tren protegerá a la naturaleza y que su gobierno ya no va a derribar las selvas como se hacía antes.

Hizo mención de una reunión en la tarde del domingo, para resolver el resiente tema de escasez de agua en Campeche, algo que no se había presentado antes. Aprovechó para sacar a colación una vez más su propuesta del programa Sembrando Vida, argumentando que esta es la mejor opción para tener agua, el plantar árboles frutales y maderables.

Sin embargo, en los otros datos, los datos que manejan el resto de los medios, expertos ambientales y los mismos pobladores, quienes realizan el proyecto, el programa sembrando vidas ha sido el causal de la deforestación de 72,830 hectáreas a lo largo del país. El Economista y El Universal respaldan la información, pero ¿por qué la gente tala los árboles? Sencillo, no hay más espacio, así que arboles de años, ya con una vida sumamente funcional en captación de dióxido de carbono, son derribados para plantar los arboles del programa que, en ocasiones, son especies invasoras.

A estos ejidatarios se les paga 4,500 pesos mensuales por que los supervisores del programa constaten que hay nuevos plantíos. No hay delimitación ni levantamiento de terreno de quienes realizan el programa, y, como la ayuda es sólo por plantar, esperan un tiempo para sacar los arboles aun jóvenes que plantaron hace meses para poner nuevos. La deforestación en el país ha ido a a la alza desde el año pasado, entre incendios forestales y la tala clandestina la cual se incrementó en un 75%. Y es que, por cortar un pino, el precio que se paga en el mercado negro de la madera, es de 6,000 pesos. Sabemos bien que la distribución de ingresos, oportunidades y servicios del país no es la más óptima en las zonas rurales, así que los habitantes se ven forzados a hacer estas acciones o permitir que talen sus bosques para poder llevar el sustento a sus familias.

No es justificación, pero se ha comprobado que cuando hay hambre, esta puede más que los valores y principios personales, en algunos casos. Caso contrario, somos de los países con mayor número de asesinatos de defensores de la naturaleza en América Latina. Entonces, te unes al entorno hostil o te matan, esas son las opciones de los lugareños.

Por último, un poco de sentido común, hay escasez de agua en Campeche, vecina de Quintana Roo, donde están igual después de la empresa milagro de la agricultura de Alfonso Romo. El presidente creerá que mágicamente o con abrazos llegará más agua para abastecer tanto a pobladores como a los turistas nacionales y extranjeros. Repito, algo que me he cuestionado desde que se anunció esta obra: ¿dónde está el progreso?

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