En Alemania, policías desmantelan plataforma de pornografía infantil

(LeMexico) – La policía alemana desmanteló una de las plataformas virtuales de pornografía infantil más grandes del mundo, con 400,000 usuarios.

Según un informe de la Fiscalía Alemana, este lunes 3 de mayo, tres personas implicadas fueron detenidas en Alemania y en Paraguay.

El sitio web se llamaba “Boystown” y fue cerrado por la policía alemana. Era una de las plataformas de pornografía infantil más grandes del mundo. Después de que la policía registrara siete propiedades en Alemania a mediados de abril, arrestaron a tres sospechosos principales que fueron acusados de manipular y mantener la plataforma activa.

La red oscura es una parte de internet que se aloja en una red encriptada y accesible sólo a través de herramientas especializadas que proporcionan anonimato.

Pedófilos usaron el sitio para intercambiar y ver la pornografía infantil, en su mayoría, hombres alrededor de todo el mundo.

Entre video y fotografía, los fiscales informaron haber encontrado “imágenes de los abusos sexuales más graves a niños pequeños”.

Un equipo policial alemán investigó durante meses la plataforma y a sus usuarios en cooperación con Europol y las fuerzas de seguridad de Holanda, Suecia, Australia, Estados Unidos y Canadá, según un comunicado oficial.

El problema de la pedofilia y de los abusos sexuales a menores no es algo nuevo, genera gran repulse social y no deja a nadie indiferente. Cuando un caso sale a la luz y se hace público suele haber una condena unánime y en muchos casos un tratamiento mediático que lejos de informar correctamente sobre el tema en cuestión, genera ideas erróneas acerca de la pedofilia.

Pero, ¿cómo informar sobre infancia y violencia?

Desde el momento en que la industria del ciberdelito encontró un modelo de negocio relacionado con él, este tipo de riesgo para niños y adolescentes se ha vuelto particularmente peligroso y ha comenzado a escalar gradualmente a través de actividades sexuales específicas que los pederastas se ingenian para solicitar a sus víctimas.

El propósito de los ciber delincuentes es obtener nuevo contenido sexual de menores y luego venderlo en la dark web a cada vez más comunidades y redes de pedófilos que lo utilizan.

En la pedofilia, la atracción o el deseo por los menores es la base del atroz y asqueroso agravio, aunque esto puede no derivar en abusos. Sin embargo, el contenido explícito de abuso sexual a infantes y adolescentes se ha tornado popular.

De acuerdo a los agentes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia, se recomienda que…

  1. Aprender a manejar y usar las nuevas tecnologías para saber en qué actividades se encuentran los menores y a qué peligros se enfrentan.
  2. Explicar a los niños los riesgos que supone Internet, haciendo hincapié en la importancia de no revelar datos personales a desconocidos y de no enviar fotos ni vídeos a desconocidos.
  3. Permitir que usen los dispositivos electrónicos en lugares de tránsito o visibles y evitar que chateen a puerta cerrada.
  4. Establecer normas de uso y horarios. A partir de las 22 horas se incrementa el número de usuarios y aumenta el riesgo.
  5. Instalar antivirus y programas de navegación segura en los aparatos electrónicos que usan los menores.
  6. Llevar un seguimiento sobre las páginas que visitan, con quién hablan y sobre qué temas (hablando con ellos y preguntando)
  7. En caso de instalar cámara web en el ordenador, restringir su uso con una clave de seguridad o tener tapado el visor.
  8. Si sospechas que algún menor está siendo acosado lo mejor es hablar con él o ella, dándole confianza para contarle lo que está pasando.

En suma, la pornografía infantil subió un 25% durante el estado de alarma gracias plataformas como Tik Tok, que registró más de 21, 200 descargas a inicios de la contingencia sanitaria.

Contactar con la policía o con organizaciones de protección de niños, niñas y adolescentes si se necesita consejo o ayuda. Así como, la importancia de conversar con los menores acerca de la igualdad y sexualidad saludable y reforzar en ellos la idea de que pueden hablar sobre contenidos que le sean desagradables o les hayan incomodado.

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